En la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontraron vestigios de un caserío de más de mil 500 años de antigüedad que tenía elementos con estilo Clásico teotihuacano.

La labores de salvamento iniciaron a mediados de enero para supervisar áreas en las que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) introduciría nuevos sistemas de riesgo automatizado.

La arqueóloga Lourdes López Camacho coordina los trabajos inscritos dentro del Proyecto Bosque, Cerro y Castillo de Chapultepec. Es también investigadora del Museo Nacional de Historia (MNH) Castillo de Chapultepec.

Exploraciones en coordinación con la Conagua permitieron la localización de los vestigios de una serie de viviendas prehispánicas de estilo teotihuacano, cuya temporalidad corresponde a las fases Tlamimilolpa (225 a 350 d.C.) y Xolalpan (350 a 550 d.C.) de dicha cultura prehispánica.

Si bien los trabajos en la Segunda Sección del bosque se realizan en tres frentes, dos de éstos concentran la mayor cantidad de hallazgos. Se trata de un par de unidades donde los arqueólogos ubicaron cuadros y rectángulos unidos por muros colindantes, que habrían sido los cimientos de antiguas habitaciones.

Materiales de cerámica, obsidiana, pizarra, mica, piedra y 11 entierros humanos (nueve de adultos y dos de neonatos) fueron descubiertos por los arqueólogos Ivonne Cruz Sosa, Blanca Copto Gutiérrez, Valeria Aguirre Aldana, Oswaldo Murillo Soto y Natalia Vázquez Cerón, a quienes asisten 16 ayudantes.

Una cantidad menor de materiales, principalmente figurillas y restos de cerámica, se ha fechado para el periodo Preclásico (1500 a.C. a 300 d.C.).

La arqueóloga detalló que aunque se trata de un caserío y se sabe que las dos unidades de excavación están conectadas, aún no se puede clasificar como un barrio.

La mayor ofrenda hasta ahora registrada por el proyecto se localizó también en la esquina de una antigua habitación donde se hallaron más de 17 objetos, junto con fragmentos de obsidiana, un pequeño hueso trabajado en forma circular, restos de láminas de pizarra y mica.

Al grupo de materiales óseos le fue aplicado un tratamiento especial con un químico reversible que les otorga mayor estabilidad de cara a posteriores análisis, y junto con la piezas completas y más de 40 costales de fragmentos prehispánicos, son resguardados en el laboratorio del proyecto en el Castillo de Chapultepec, donde especialistas trabajan en su limpieza, estabilización y clasificación en cédulas, así como su incorporación a muestrarios.

Una vez que concluyan los trabajos de salvamento, el área volverá a ser cubierta de cara a futuros proyectos de investigación y en pro de su conservación.

nrv

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