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Liliana Giorguli, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH, confirmó que el jarrón histórico de bronce de avenida Reforma que cayó de su pedestal por el sismo el 19 de septiembre fue resguardado por restauradores de esa institución.

La pieza que era parte del conjunto escultórico de la avenida fue trasladada a las instalaciones de la CNCPC una semana después del sismo, luego de que trabajadores que atienden parques y jardines notificaron a la dependencia del siniestro.

Según la funcionaria, notificó enseguida del suceso a la Coordinación de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura de la ciudad, ya que la atención de las piezas están a cargo del gobierno local, pero esa instancia dijo estar “desbordada” ante la emergencia, por lo que una cuadrilla de restauradores del INAH hizo el levantamiento y traslado hasta Churubusco, donde ahora espera ser atendido, como el resto de los objetos dañados por el sismo. “Le falta un asa y está lastimado por efecto de la caída”, aseguró en entrevista.

Su recuperación, dijo, se hará a través del seguro del INAH.

El mes pasado, este diario dio a conocer la caída del jarrón por el sismo de septiembre, consultó tanto al INAH como a instancias locales, como la delegación Cuauhtémoc, la Secretaría de Obras, que trabajaba en la construcción del Metrobús, y a la dirección de Patrimonio Cultural Urbano de Seduvi, pero ninguno tuvo noticias del hecho.

La Coordinación de Monumentos Históricos del INAH indicó que no tenía reporte del siniestro y que sólo tenían registrados actos “vandálicos o por accidentes viales”.

Liliana Giorguli aclaró que aunque la Coordinación de Monumentos se encarga de las estructuras arquitectónicas, la de Conservación es la que atiende los elementos muebles vinculados a esos monumentos, y sostuvo que siempre han actuado juntos. “Si una escultura de Reforma requiere de atención, de diagnóstico, normalmente actuamos en conjunto”, aseguró.

La restauradora señaló que ese jarrón, que se encontraba ubicado en el tramo que va de Bucareli al Monumento a Cristóbal Colón, ha “tenido mala suerte”, pues ya en 2015 fue vandalizado durante una manifestación de los maestros. Después de eso, fue repuesto en su pedestal sin un asa, pero los movimientos del sismo provocaron su caída.

Según la funcionaria, es al gobierno local a quien le corresponde la atención y mantenimiento constante de esas piezas históricos, así como la reposición de los elementos faltantes. Dijo que en 2016, junto con Monumentos Históricos, elaboraron un diagnóstico del estado de conservación de los objetos para que el gobierno de la ciudad lleve a cabo el proyecto de rehabilitación que había prometido como parte de las obras de la Línea 7 del Metrobús. El proyecto sigue en desarrollo.

Giorguli comentó que ese diagnóstico indica que una de las líneas claves que se deben atender es el adecuado mantenimiento periódico, así como establecer medidas preventivas para evitar más actos de vandalismo.

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