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Artesanos hidalguenses asesorados por abogados y promotores culturales han empezado a ganar la batalla contra empresas como Nestlé y Liverpool por plagio y apropiación de la iconografía tradicional de los tenangos, artesanía que por siglos han producido artesanos y dibujantes de Tenango de Doria, Hidalgo.

Después de que hace un par de semanas la Asociación de Dibujantes de Tenangos de Tenango de Doria Hidalgo A.C. denunciara la apropiación indebida de esa iconografía tradicional en unos tenis que se comercializaban en tiendas Liverpool, tanto la empresa como el fabricante del calzado se comprometieron a trabajar de manera conjunta con los artesanos.

Según el promotor cultural e investigador Carlos Arturo Martínez Negrete, representante de dicha asociación, después de una serie de reuniones, Liverpool aceptó capacitar de manera periódica a su personal sobre el tema y abrir espacios para que artesanos vendan de manera directa en sus centros comerciales. Por su parte, el fabricante de zapatos con sede en León, Guanajato, que fue quien diseñó los tenis con los tenangos sin poner una sola referencia a la comunidad, se comprometió a colocar una etiqueta al producto en cuestión, a donar 25 mil pesos en especie a la asociación y a colaborar con ellos para elaborar productos que puedan comercializar en un futuro.

Este acuerdo, explica Martínez Negrete, sienta un precedente para la defensa de las artesanías e iconografía tradicional. “Es un gran logro que invita a las demás empresas a asumir responsabilidad moral, ética y social, en beneficio del bien común”, destaca el promotor cultural, quien desde hace años ha denunciado varios casos de apropiación indebida de estos productos textiles.

Martínez Negrete, junto a los especialistas en legislación cultural Carlos Lara y el abogado José Manuel Hermosillo Vallarta, también ha dado seguimiento a la denuncia que los artesanos Adalberto Flores Gómez y su esposa, Angélica Martínez, interpusieron ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra la marca Nestlé por supuesto plagio de una serie de diseños que la empresa utilizó en unas tazas de Chocolate Abuelita y que comercializó. Para poder iniciar esta acción penal en 2016, los artesanos tuvieron que registrar sus diseños bordados ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor).

La denuncia fue interpuesta en septiembre de 2016 y aunque el caso sigue en proceso en un juzgado, los representantes legales de la empresa han buscado llegar a un acuerdo con los artesanos.

“Hay un acercamiento ya de parte del abogado para América Latina de Nestlé, el cual está queriendo llegar a un acuerdo, lo cual vemos favorable, igual que Liverpool por el uso indebido de esta iconografía”, dice en entrevista Carlos Lara.

Martínez Negrete y Lara aseguran que aunque el proceso ha sido largo, el resultado podría ser positivo. A lo largo de este caso, relatan, Nestlé ha buscado incluso la anulación del registro de los artesanos ante Indautor, pues asegura que los diseños de las tazas fueron creación original del artista mexicano Mike Infierno. Sin embargo, ese juicio de nulidad fue rechazado por Indautor.

“Es improcedente por donde lo vean; no pueden ellos solicitar eso porque en tiempo y forma el artesano acudió a registrar ese diseño. Al estar registrados, lo que tiene que hacer la empresa es acatar lo que dice la ley. Y aunque fuese materia de discusión, el que es primero en tiempo, es primero en derecho”, señala Carlos Lara.

Piden promover distintivo C. A partir de estas dos experiencias, el especialista en legislación cultural señala la necesidad de entablar un diálogo con las empresas y promover un distintivo distintivo C, de empresas culturalmente responsables, pues considera que estas prácticas de plagio o apropiación cultural se dan por desconocimiento del tema.

“No fue alevoso el uso de estos bienes culturales, fue más que nada desconocimiento. Hemos estado hablando con ellos y dando cuenta de que es un derecho de las comunidades, que hay una Ley de Derechos de Autor que tiene registrado algunos de los diseños, está también la Ley de Cultura y Derechos Culturales que protege tanto el derecho a la cultura, como el ejercicio de los derechos culturales, creo que ha quedado claro y en función de ello hemos entablado una conversación mas profunda con las empresas”.

Una propuesta para frenar esto, dice Lara, sería la creación de un distintivo C, que otorgaría la Secretaría de Cultura federal a las empresas que de acuerdo a sus políticas y acciones demuestren ser culturalmente responsables. “Habla bien de ti como empresa que hagas bien las cosas, y sobre todo porque el problema en el fondo es que la gente que compra esos productos cree que los artesanos reciben apoyo de esas empresas y no es así; hay empresas que hacen campañas diciendo que son socialmente responsables y hemos visto que eso les importa mucho”, comenta.

En el caso de Nestlé, señala, Carlos Martínez Negrete acudió a la instancia que otorga este distintivo para solicitar que les fuera retirado.

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