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“Yo tengo una cierta manía relacionada con Alfonso Reyes, pero no sólo es con él, tengo una manía con la cultura mexicana e hispanoamericana, me interesan mucho también Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis y Juan Rulfo, aunque los principales son Octavio Paz, Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes, ellos son de alguna manera centros de gravedad de la cultura mexicana y he tenido la fortuna de trabajarlos”, afirmó Adolfo Castañón, luego de que ayer fue anunciado como ganador del Premio Internacional Alfonso Reyes 2018, que recibirá el 12 de noviembre, en Monterrey.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el narrador, ensayista y poeta aseguró que en realidad llegó a Alfonso Reyes por iniciativa de Monsiváis, quien le pidió un texto para La cultura en México, en 77 o 78: “A partir de ese momento caí en un hoyo negro de la cultura hispanoamericana que se llama Alfonso Reyes”, señaló el escritor que ha sido reconocido con este galardón “por su entrega absoluta y vitalicia al ejercicio de las letras como bibliófilo, poeta, cuentista, ensayista, cronista, historiador y crítico de la literatura, y por el copioso y fructífero trabajo sobre la obra y la figura de Alfonso Reyes que ha venido realizando a lo largo de más de tres decenios”.

Adolfo Castañón no conoció a Alfonso Reyes, pero su padre sí; dijo que las Obras completas de Reyes estuvieron en su casa siempre y ahora ha conjuntado un acervo donde está absolutamente todo lo que tiene que ver con el autor de Visión de Anahuac. “Una de las cosas de la que me siento más orgulloso y me da más satisfacciones es que por azares de mi propia vida todo lo que he hecho sobre Alfonso Reyes lo he hecho como iniciativa personal; sí, dentro de la academia, pero también un poquito al margen, y entonces eso me ha dado una gran libertad”.

Castañón ha publicado varias obras en torno a Reyes, pero aún tiene varias pendientes. Falta terminar de publicar la correspondencia entre Reyes y Henríquez Ureña; publicar la relación de las obras de los escritos de Reyes acerca de Luis de Góngora, con anotaciones de la correspondencia de Raymond Foulché-Delbosc, editor de las obras completas de Góngora; así como un libro con anotaciones sobre la correspondencia Reyes-Orfila, y otro de la correspondencia Reyes-Paz.

Aseguró que otro libro que ya está en prensa es Años de Alemania de Emilio Uranga, que incluye las cartas de Uranga a Luis Villoro, pero resulta que en esas cartas Castañón encontró correspondencia entre Reyes y Uranga. “Me entretengo mucho entre ese periodismo arqueológico que son las anotaciones a los documentos”.

Al anunciarse el premio que se entrega desde 1973 y es coorganizado por la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, en colaboración con el gobierno del Estado de Nuevo León, por medio del Consejo para la Cultura y las Artes, la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Sociedad Alfonsina Internacional, Felipe Garrido, miembro del jurado, dijo: “Castañón es un humanista que se ha ocupado muy centralmente de la obra de Reyes y que además ha escrito poesía, cuento, libros de cocina, crónica, ha hecho periodismo. En resumen, ha sido un humanista de tiempo completo”.

Adolfo Castañón reconoció que tiene una fascinación por Reyes y ha publicado mucho. “Yo hago lo que puedo, pero es cierto que tengo como una especie de mapa, de derroteros que me va dando por dónde ir”.

Luego reconoció que en su discurso de recepción del premio hablará desde luego de Reyes, pero también de su propia vida dedicada a la investigación y rescate de la obra de varios escritores, así también rendirá un homenaje a su padre, el historiador Jesús Castañón, y a su madre, Estela Morán, de la que heredó el gusto por la gastronomía.

“De la misma manera que Alfonso Reyes es hijo de Bernardo Reyes, yo soy hijo de Jesús Castañon. Jesús Castañón fue un historiador y periodista y maestro de teoría del Estado que fue el redactor del Boletín bibliográfico de la Secretaría de Hacienda”, señaló.

El 12 de noviembre, Castañón recibirá el Premio Internacional Alfonso Reyes, en Monterrey; y el 20 de noviembre recibirá el Premio Manuel González Ramírez que otorga el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, por su trabajo de rescate de la obra de Alfonso Reyes.

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