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Tijuana. —A unos metros de la valla fronteriza entre México y Estados Unidos, en una de las colonias más antiguas de Tijuana, Libertad, que apila casas de no más de un piso, se celebró el fin de semana la edición número 15 del Festival de Ópera en la Calle, que reunió a más de 10 mil personas a lo largo de la jornada de actividades albergadas en carpas, entre ellas talleres, cursos, conciertos y fragmentos de ópera.

El escenario principal estaba instalado a las afueras del café Ópera. La calle 5a, en donde en 2004 nació la idea de crear el festival en la mente de don Enrique Fuentes, propietario de ese café, fungió como el epicentro del evento que hora tras hora iba llenándose. Las calles aledañas resguardaron el vestuario, las escenografías y las góndolas, temática de esta edición. Al festival dieron vida en esta ocasión más 600 artistas, de acuerdo con María Teresa Riqué, la directora del festival.

Los actos y piezas interpretadas fueron una selección de obras de ópera, popular en su mayoría, como El barbero de Sevilla, de Rossini; Un bel di, de Puccini, y la interpretación de la ópera rock Bohemian Rapsody, de Queen.

“La ópera en la calle tiene una calidad totalmente distinta a la de un teatro con una producción millonaria; sin embargo, nuestro objetivo es ir al barrio y acercar esta música a la gente, y partir de ello es la respuesta a este Festival, que ahora reúne cada vez más a artistas que, en su mayoría, no cobran y cantan por amor a la ópera”, compartió María Teresa Riqué.

Pese a ello, la directora también puntualizó que la falta de recursos es un problema con el que se encuentran en cada edición, así como la oposición de algunos de los vecinos de la colonia Libertad, quienes no gustan de la ópera y se quejan del sonido.

“A algunas personas les molesta el festival por la instalación de las escenografías y el cierre de calles, pero eso no ha permitido que dejemos de celebrarlo año con año. Hace tres años pensábamos no realizar el festival, pero mucha gente salió a manifestarse y, al final, se hizo”, contó por su parte Enrique Fuentes.

En esta edición 15 fue la obra de Wolfang Amadeus Mozart Las bodas de Fígaro la única ópera completa, con escenografía y vestuario, que se presentó para el Festival a cargo de un grupo de artistas liderados por la directora escénica Zully Martínez y que cautivó al público, quien aplaudió varios minutos de pie al finalizar la presentación.

Una gran ovación también recibió la ópera de San Diego con su programa Pequeñas Escenas, el cual constó de piezas de Carl Off, Bizet y Puccini que presentó a un público que en unas horas abarrotó la 5a calle. Fue su pianista principal y directora del Programa Jóvenes Artistas, Ines Irawati, quién celebró la experiencia de tocar junto con sus compañeros en las calles de Tijuana.

“Creo firmemente que la ópera en su esencia e historia habla sobre gente común y ordinaria, por lo que traerla a la calle es más satisfactorio, para mí como artista, que estar en un teatro abarrotado por joyas y vestidos. Estar en este tipo de experiencias más cercanas con el público te lleva a conectarte de una manera muy especial con la gente”, compartió.

Por su parte, la soprano principal de la ópera, Eden Tremayne, comentó con voz entrecortada que la frontera entre nuestro país y los Estados Unidos no existe en cuestión de arte.

“La música nos une aunque nos quieran separar con muros. Es el arte entre San Diego y Tijuana, Estados Unidos y México, lo que nos une. Es este intercambio en el que artistas mexicanos cantan con nosotros y artistas nuestros cantan aquí lo que nos lleva a ser hermanos”, dijo la artista, quien piensa que acciones como este festival ayudan a los jóvenes a interesarse e incursionar en la escena musical.

El Festival de Ópera en la Calle también incluyó el reconocimiento a los ganadores de su III Concurso Juvenil de Canto, que en esta ocasión tuvo un empate entre Miguel Ángel Ramos y Axel López.

Los muchachos, quienes no rebasan los 18 años, explican que pese a que en Tijuana es evidente que cada vez hay más escuelas de música y canto, como el Centro de Artes Musicales de Baja California, es complicado que los chicos de bajos recursos tengan acceso a ellas.

“En Tijuana hay música en cada esquina, somos muy musicales, y es un fenómeno muy reciente, de hace 10 años; pero todavía es difícil que todos los jóvenes puedan elegir dedicarse a la música o descubrir su talento”, lamentó Ángel Ramos, quien interpretó el tango “Volver”, de Carlos Gardel con el sol a tope.

Finalmente, el festival cerró su 15 edición entre cohetes y dragones chinos, con el “Adagio del Concierto de Aranjuez”, de Joaquín Rodrigo, a cargo de Roberto Limón en la guitarra; así como de “El murciélago”, de Johan Strauss, a cargo de Enrique Patrón de Rueda y la Orquesta del Festival de Ópera en la Calle.

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