Pasando del realismo social a la novela experimental, , homenajeado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara , fue un maestro que cultivó una inmensa riqueza expresiva y que, con una mirada de gran libertad, llevó a cabo una "lucha contra la mediocridad".

Todavía teniendo muy presente el recuerdo del barcelonés, fallecido en junio de este año en Marrakech , la FIL quiso dedicar una mesa de debate a "una de las mentes más lúcidas y voces más potentes de nuestro idioma" en el siglo XX y principios del XXI, destacó la directora del evento editorial, Marisol Schulz .

Antes de ceder la palabra al periodista Juan Cruz , a la crítica literaria Mercedes Monmany y al escritor y editor Alberto Ruy Sánchez , Schulz señaló que el Premio Cervantes 2014 "reivindicó una apuesta por una España plurinacional y diversa", y buscó la diversidad cultural.

Cruz, quien ejerció como moderador, dijo que para Goytisolo (1931-2017) "España era una isla que siempre miró desde el otro lado para entenderla", y que en sus obras fue acentuando la manera de ver su país "como un lugar de no retorno".

El periodista español rememoró el "silencio irónico con el que lapidariamente despachaba algunos asuntos triviales de nuestro país", silencio que, "muchas veces" ocultaba "su alma herida", aunque siempre contestara a la pregunta ¿Cómo estás? con un "Estoy la mar de bien".

Monmany, quien formó parte del jurado que le concedió el Cervantes en 2014, analizó la obra del autor y aseguró que en esta "los géneros se mezclaron y recrearon sin cesar, con auténtica maestría".

"Paisajes después de la batalla", "Las virtudes del pájaro solitario" o "Telón de boca" dieron fe de su "gran inquietud creativa" que manifestó hasta el final, dijo la española.

La experta aseveró que la "lucha contra la mediocridad" del escritor caló en varias generaciones de españoles, quienes encontraron en Goytisolo "el mejor espejo en el que mirarse".

Además de por su heterodoxia, argumentó Monmany, el escritor destacó por ser fiel a sí mismo, sin dejarse dominar por la estética imperante del momento.

Recordó que uno de los maestros de Goytisolo fue Blanco White (1775-1841), así como el "estupor" que le producía que este hubiera permanecido casi siglo y medio sin traducirse del inglés al español. Esto para él reflejaba "el bajísimo índice de curiosidad intelectual que caracteriza desde siempre a los españoles", señaló Monmany, citando a Goytisolo.

Por su parte, el mexicano Ruy Sánchez clamó durante su intervención contra un "indignante" artículo que Mario Vargas Llosa escribió sobre la literatura de Goytisolo.

En el artículo, el peruano decía que las mejores fueron sus primeras novelas, de las que alababa su realismo voluntarioso y bien trabajado, pero criticaba las posteriores por su "prosa rebuscada y litúrgica, de largas sentencias y estructuras gaseosas".

"Es absolutamente injusto; es una opinión, pero lo que no se vale es decir que 'la literatura que yo hago es lo válido para todos'", dijo Ruy Sánchez.

Mientras el autor sostuvo que el Premio Nobel 2010 estaba "descalificando las novelas" de Goytisolo en su texto, Cruz le respondió diciendo que "la libertad de Vargas Llosa" es justo lo que demandaba el catalán a la hora de hablar de los libros, dado que él apoyaba que la literatura fuera "un foco de discusión".

Tras un intenso intercambio de argumentos, y habiendo llegado al tiempo límite de la mesa de debate, Cruz zanjó la polémica diciendo: "A Goytisolo le hubiese gustado tanto lo que dijo Vargas Llosa como lo que dices tú".

En la FIL de Guadalajara, que se desarrolla en la capital del estado mexicano de Jalisco, participarán 700 escritores de 41 países hasta el próximo domingo.

nrv

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