Los jóvenes están desencantados con la democracia , por eso el politólogo José Woldenberg ha escrito el libro " Cartas a una joven desencantada con la democracia" (Sexto piso), para explicar en formato epistolar a una joven anónima cuáles son los valores y principios, las perspectivas, problemas y retos de la democracia mexicana.

En la presentación del libro en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Woldenberg sostuvo que está interesado en explicar de dónde surge este malestar y desencanto por la democracia no sólo para entender sus causas, también para evitar que se transforme en un lenguaje xenófobo y agresivo.

El ex consejero presidente del desaparecido Instituto Federal Electoral dijo que la democracia es el régimen apto para ofrecer cauce a la expresión, recreación, convivencia y competencia de la diversidad política e ideológica que cruza y modela a las sociedades modernas.

"El voto es una forma de participar muy importante pero la participación no puede reducirse a eso. Hay otras maneras de arribar al poder pero la única que no supone un reguero de sangre es la democracia. La existencia del voto es una gran conquista civilizatoria, pero hasta donde alcanzo a ver, la otra forma de participación es la organización social y entre más organización y más agendas estén sobre el escenario y sobre la mesa, la democracia será más robusta", indicó.

Asimismo sostuvo que se ha creído que democracia y neoliberalismo son dos caras de la misma moneda y no es así. "Esa premisa está equivocada desde mi punto de vista; la democracia es un régimen de gobierno, lo otro es una política. Y bajo un régimen democrático puede haber diferentes orientaciones políticas. La democracia en sí misma tiene un valor y ojalá uno de sus derivados fuera el mejoramiento de las condiciones materiales y de vida de las personas. Hasta donde entiendo la democracia es el único régimen de gobierno que permite que la diversidad política que existe en un país se pueda expresar, convivir y competir de manera pacífica", dijo.

Woldenberg explicó que es natural que las personas evalúen a partir de su situación y si ésta es cada vez más precaria, si los jóvenes no encuentran colocación en el mercado formal de trabajo, pues todo el ambiente es "agrio".

"De 1932 a 1982 la economía creció a tasas muy importantes, sus frutos nunca fueron distribuidos de manera equitativa pero sí lograba que los hijos vivieran mejor que los padres. Hoy, por desgracia, en los primeros años de la democracia han coexistido con una situación contraria a la anterior, ahora la economía no crece y entonces en muchas familias el horizonte es que los hijos vivirán peor que los padres. Este horizonte genera malestar. Esto no quiere decir que la democracia y el neoliberalismo sean la misma cosa", indicó.

Durante esta edición de la FIL y de cara a las próximas elecciones -las más grandes en la historia de México por la cantidad de puestos de elección popular-, el politólogo estuvo al frente del foro Pensar México. Diálogos sobre los retos del próximo sexenio, en donde platicó con aspirantes a la presidencia y figuras de la política nacional.

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