La Rotonda es una eterna pachanga

La historia se repite en la Rotonda de las Personas Ilustres. Apenas pasó un año desde que la Secretaría de Gobernación reabrió el espacio que fue sometido a rehabilitación y ya se volvieron a robar placas y letras de los nombres de las tumbas de los próceres de la patria, según reporta la Procuraduría capitalina. En todo esto surgen dos preguntas: ¿dónde quedó la vigilancia? ¿Y las cámaras de seguridad que las autoridades dijeron que iban a poner? Nos recuerdan que tras el escándalo de la fiesta que una actriz realizó ahí en 2014, las distintas instituciones encargadas del cuidado de ese sitio patrimonial, desde la delegación Miguel Hidalgo hasta la Secretaría de Gobernación, INAH e INBA, se la pasaron diciendo que iban a reforzar la vigilancia, que era urgente la instalación de cámaras de seguridad para evitar más vandalismo, que harían trabajos de rehabilitación, que habría más orden en el monumento. Bien por los trabajos de rehabilitación, pero ¿y lo demás? Y a unos meses de que acabe el sexenio, pues parece que no más no se da una y la Rotonda seguirá como siempre. Esperemos que la nueva administración ahora sí ponga orden. Aunque nos hacen ver que el alcalde electo para la Miguel Hidalgo es Víctor Hugo Romo, el mismo que se vio envuelto en el escándalo de aquella fiesta. ¿Será que habrá otras?

Antitaurinos contra la ópera Carmen

Hace unos días se anunció que en la producción de la ópera Carmen en la Plaza de Toros “El Paseo”, que se presentó en el marco del Festival Internacional de Ópera de San Luis y del Concurso de Ópera Linus Lerner, se llevaría a cabo la lidia de un toro mediante la usanza portuguesa y se aseguró que no se lastimaría al animal. Ante la noticia, en redes sociales hubo protestas en contra del maltrato animal, pero una vez más se aseguró que no se mataría al toro en plena función. En medio de la polémica se llegó el día. Antes del tercer acto se anunció a la gente que se liberaría al toro y que se podían retirar si así lo deseaban. Según las crónicas de la prensa local y los videos y comentarios publicados en Facebook por algunos asistentes, la gente comenzó a gritar que se detuvieran, hubo llanto cuando finalmente sí comenzó a sangrar el animal y mucha gente se retiró, y se asegura que también hubo personas que apoyaron la exhibición de la llamada fiesta brava. En redes se armó tremendo alboroto por lo sucedido. Los organizadores del Festival se deslindaron a través de un comunicado en el que aseguraron que no sabían que se lastimaría al toro y que cuando se dieron cuenta de lo que pasaba trataron de impedirlo. Al parecer nadie les creyó porque les cayó una tunda de comentarios que los obligó a borrar el deslinde. ¿Qué tal?

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