Edvard Munch

fue un pintor y artista gráfico noruego que a través de su obra logró representar los sentimientos del hombre, el alma y la sensación de ansiedad y angustia. Su obra, mayormente expresionista, es conocida por tener un trasfondo psicológico.

En 1885, Munch viajó a París y recibió una gran influencia de impresionistas como Claude Monet , Manet , y fue seguido por los artistas del post impresionismo Vincent Van Gogh , Paul Cézanne y Paul Gauguin.

Muchas de sus obras representan escenas de vida y muerte, amor y terror, así como la sexualidad impregnada en las figuras femeninas. Estas emociones fueron representadas por las lineas contrastantes, los colores más obscuros, bloques de color, los tonos sombríos y la forma concisa y exagerada mostraron el lado más obscuro que el artista estaba diseñando.

Su estilo, muy íntimo y expresivo, atrajo la atención. Paralelamente vivió una existencia marcada por la soledad, la depresión y el alcoholismo que contribuyó a su creatividad. Aún así llegó a ingresar en un sanatorio y murió completamente solo, aunque reconocido artísticamente como el mejor pintor noruego.

A 155 años de su nacimiento, lo recordamos con sus obras más emblemáticas.

"El grito"

Sin duda alguna El grito es una de sus obras más reconocidas y afamadas a nivel mundial. La obra presenta la influencia de Van Gogh, Gauguin o Manet. Este óleo forma parte de cuatro cuadros o versiones. Esta, la más famosa, de 1893, se encuentra en la Galería Nacional de Noruega. En ella aparece una figura andrógina en primer plano, símbolo de una profunda angustia y desesperación existencial; el fondo del cuadro representa Oslo, la capital de Noruega, vista desde la colina de Ekeberg.

Edvard Munch, el expresionismo entre lo sensual y obscuro
Edvard Munch, el expresionismo entre lo sensual y obscuro

Foto:  REUTERS/Scanpix/Munch-Museum

"El Vampiro"

De la atmósfera incierta surge una mujer misteriosa y perversa, de cabello largo que se identifica con la potencia sexual. Creada entre 1893 y 1895, esta pintura se titula en realidad “Amor y dolor”, pero es popularmente conocida por este título: El Vampiro. La pintura representa a una dama de cabellos rojizos y tez blanca que abraza a un hombre vestido que cae en su regazo. Algunos han visto en la obra un homenaje a las prostitutas que circulaban en la vida del artista y otros creen que se trata de una metáfora sobre la temprana muerte de la hermana del pintor, Johanne Sophie, que falleció a los 15 años.

Edvard Munch, el expresionismo entre lo sensual y obscuro
Edvard Munch, el expresionismo entre lo sensual y obscuro

Foto:REUTERS/Sotheby's/Handout

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"Madonna"

Esta pintura fue pintada en diversas ocasiones por Munch, entre 1894 y 1895. Una de las cinco versiones en óleo se expone en el Museo Munch. Con esta obra, el pintor presentó su particular versión de la Virgen María . María aparece con el torso desnudo en una postura sensual, en contraste con su rostro calavérico, que aportan un halo misterioso a la escena.

Edvard Munch, el expresionismo entre lo sensual y obscuro
Edvard Munch, el expresionismo entre lo sensual y obscuro

Foto: AP Photo/ Scanpix, Munch Museum

"El beso"

en 1897, "El beso" fue una obra muy aclamada en la época. Se trata de un beso paralizado en el tiempo, preso de intimidad y tranquilidad, en contraste con la vida de la ciudad que se vislumbra por la ventana de la estancia. Deseo y amor parecen estar entremezclados en una única figura. Munch recreó otra versión de “El beso” en la que los protagonistas apareces desnudos.

Edvard Munch, el expresionismo entre lo sensual y obscuro
Edvard Munch, el expresionismo entre lo sensual y obscuro

Foto: Archivo

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akc

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