no tuvo acta de nacimiento y, por alguna razón, su fecha de nacimiento siempre la cambiaba en sus documentos, variando el año, entre 1922 y 1925.

“Como mi papá era ateo, no hay acta de bautismo ni celebrábamos cumpleaños ni santos”, cuenta Pilar López Urreta, coreógrafa e hija de Nacho López. En algún momento, junto a su hermana Citlalli López, reunieron los documentos oficiales de su padre para determinar una fecha y se eligió la que más se repetía: 25 de noviembre de 1923. Por eso este año se conmemora el centenario del fotógrafo que se caracterizó por sus reportajes de largo aliento —hoy conocidos como foto ensayos— sobre la Ciudad de México, la vida de las comunidades indígenas y la danza.

Justo en el marco de su centenario, Pilar López rescata el único proyecto que dejó inconcluso su padre, que falleció el 24 de octubre de 1986. Se trata de un libro sobre la época de oro de la danza mexicana, que consta de más de 30 entrevistas y fotografías a figuras destacadas de aquel entonces, como Miguel Covarrubias, Guillermo Arriaga, Rocío Sagaón, José Chávez Morado, Guillermo Keys-Arenas y Silvestre Revueltas, por mencionar algunos.

Lee también:

Celebran al reconocido fotógrafo con una exposición y un libro. Foto: Archivo | El Universal
Celebran al reconocido fotógrafo con una exposición y un libro. Foto: Archivo | El Universal

“Mi padre era un hombre tremendamente disciplinado. Pienso que él sabía que ya iba a morir y por eso un año y medio antes se dedicó a la catalogación de su archivo fotográfico. Pero él ya no pudo escribir este libro y precisamente fue uno de los últimos proyectos de su vida, entonces yo lo estoy retomando”, cuenta su hija.

López Urreta explica que su padre comenzó este libro a finales de los 60 y lo definió como un proyecto de vida, pues la danza fue uno de los principales intereses del fotógrafo, influenciado en gran medida por su hermana, Rocío Sagaón, quien fue bailarina y coreógrafa. La pasión por la danza ha seguido en la familia, pues Pilar López cuenta con una trayectoria de 50 años en esta forma de arte, además es investigadora y docente de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del INBAL.

Para la realización de este libro, López Urreta está trabajando directamente con el material que dejó su padre; si bien en la Fototeca Nacional se resguarda la Colección Nacho López, la hija del fotógrafo explica que su padre hizo una selección de “los originales más importantes” para dejarlos a su familia.

Con Rocío Sagaón y Guillermo Arriaga; de la bailarina Elena Noriega durante un ensayo en (1952). Foto: Nacho Lopez, tomada del libro "Nacho López fotógrafo de México"
Con Rocío Sagaón y Guillermo Arriaga; de la bailarina Elena Noriega durante un ensayo en (1952). Foto: Nacho Lopez, tomada del libro "Nacho López fotógrafo de México"

“Lo que hago es retomar los materiales y seguir la perspectiva que él estaba planteando. Tengo una idea más o menos sustentada de lo que él veía en la danza moderna mexicana. Me posibilita hablar de esto porque me dedico a la danza y porque muchos de estos creadores de aquella época fueron mis maestros”, señala la también decana de análisis del Movimiento Laban —método de análisis de movimiento— en México.

La investigadora considera que es un libro necesario que sumará a la historia de la danza de México, donde “hay muchas leyendas y poca historia. Creo que haciendo la publicación se van a revelar cosas que son importantes para nuestra memoria cultural”, afirma.

Por ejemplo, una de esas revelaciones es sobre la obra Zapata, una de las danzas modernas más importantes, que se estrenó en 1953 en Bucarest con apoyo de Diego Rivera y Vicente Lombardo Toledano. La investigadora explica que esa obra es atribuida sólo al bailarín Guillermo Arriaga, pero tiene “aportaciones trascendentales” de Miguel Covarrubias que no se han reconocido y que el propio Arriaga cuenta en una de las entrevistas a Nacho López. “Arriaga quería una súper producción, pero Covarrubias la hace más esencial; en vez de contar la vida de Zapata, se vuelve una coreografía más simbólica”, explica.

Escenas de coreografías no identificadas, de 1953 y 1950. Foto: Nacho López, tomadas del libro "Nacho López fotógrafo de México"
Escenas de coreografías no identificadas, de 1953 y 1950. Foto: Nacho López, tomadas del libro "Nacho López fotógrafo de México"

Lee también:

Además de documentar la historia de la danza moderna en México, López Urreta señala que la publicación de su padre se diferenciaba por no enfocarse en el producto final, es decir, la presentación de una danza, sino en el proceso creativo que hubo detrás para crear las coreografías.

“Tenemos un lapsus, una zona oscura que no hemos podido estudiar a profundidad porque muchas de estas figuras no escribieron o no guardaron acervos que nos permitieran reconstruir su pensamiento”, explica López Urreta, quien reconoce que en el país falta hacer más investigación sobre la danza.

Además destaca que lo importante del libro que trabajaba su padre es mostrar lo que dicen los propios artistas a través de las entrevistas —“algunas son muy largas, pero tienen preguntas que son clave para entender la época”—, esta perspectiva también está presente en las fotografías que forman parte de la publicación.

“Son fotografías muy especiales, no son sólo el registro de una postura hermosa o de un bailarín, lo que él registraba era el proceso, no la imagen fija, lo que le interesaba era mostrar cómo habían llegado a esos lenguajes de movimiento estos bailarines y coreógrafos”, describe la también bailarina.

Pilar López Urreta lleva un año trabajando en este libro, a la par de otro sobre el análisis de movimiento Laban.

La exposición

Como parte de las celebraciones del centenario de Nacho López, en el Cenart se presenta la exposición Nacho López. Imagen, memoria y visión crítica a 100 años de su natalicio, donde se puede conocer de forma directa el trabajo que hizo el fotógrafo en torno a la danza.

La muestra está conformada por 60 fotografías que abordan dos temas en particular: la escena de la danza en México durante los años 50 y el indigenismo.

Las imágenes provienen principalmente de los acervos de Nacho López que resguardan la Biblioteca Nacional de las Artes, Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón y el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI).

López Urreta explica que ese panorama de la danza mexicana conecta con las imágenes que hizo el fotógrafo sobre los habitantes de comunidades indígenas, porque forman parte de la identidad nacionalista que se impulsaba en aquella época.

La muestra se ubica en el Vestíbulo de la Biblioteca de las Artes del Cenart, donde permanecerá en exhibición hasta el 15 de diciembre, de lunes a domingo, de 9:00 a 19:00 horas, con entrada libre.

Como parte de las actividades de la exposición habrá un ciclo de cine con cortometrajes de Nacho López. También habrá una conferencia el 9 de noviembre con especialistas, incluyendo a Pilar López y a Pedro Valtierra, en la que reflexionarán sobre la obra del fotógrafo.

Aspectos de la exposición Nacho López. Imagen, memoria y visión crítica a 100 años de su natalicio, en el Cenart. Foto: Gabriel Pano | El Universal
Aspectos de la exposición Nacho López. Imagen, memoria y visión crítica a 100 años de su natalicio, en el Cenart. Foto: Gabriel Pano | El Universal
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.


Comentarios