Orgullosa porque tres proyectos largamente acariciados ya están cristalizados, la directora del Centro de la Imagen , Itala Schmelz, explicó los detalles de las magnas exposiciones de Ricardo Valverde, Agustín Martínez Castro y Teo Hernández , mismas que la noche de este jueves abrirán sus puertas al público en ese recinto.

Las muestras son resultado de la alianza y bondad de los autores ya fallecidos, familiares y depositarios de sus obras.

En el caso del fotógrafo Ricardo Valverde , su viuda Esperanza Valverde otorgó todas las facilidades para montar su exposición “ Experimental sights, 1971-1996 la mirada chicana de Ricardo Valverde” , y al respecto Schmelz recordó que él fue uno de los artistas más experimentales en la ciudad de Los Ángeles entre los años 70 y 90.

“Experimental sights, 1971-1996” (“Miradas/sitios experimentales, 1971-1996”) se inaugurará hoy jueves a las 19:30 horas en el Centro de la Imagen, y está integrada por un total de 137 obras y seis videos con la idea de profundizar en la singularidad y contribuciones al pensamiento crítico y creativo de la fotografía, de acuerdo con la funcionaria cultural.

Informó que uno de los eventos culturales y sociales más importantes que celebra la comunidad chicana en el Este de Los Ángeles, California, ciudad donde se concentra mayormente la población latina, es el “Día de Muertos”, y Ricardo Valverde fue participante y cronista frecuente de esas famosas procesiones y festividades.

El Día de Muertos

es uno de los temas que forman la muestra curada por la historiadora y curadora de arte moderno y contemporáneo, Cecilia Fajardo-Hill. “Si bien Valverde fue esencialmente fotógrafo, era un artista experimental, libre de prejuicios con respecto a la fotografía y sus temas de interés”, se lee en el texto que enmarca la exposición.

Schmelz habló también de “ Piratas en el boulevard. Irrupciones públicas, Agustín Martínez Castro. 1978-1988”, que como la anterior, forma parte del primer bloque de exposiciones del Centro de la Imagen, y que también se inaugurará este 19 de abril a las 19:30 horas; la muestra ofrece al espectador 228 piezas de 16 diferentes colecciones.

Agustín Martínez Castro es revalorado tras su muerte, ya que él creó y documentó una vasta obra gráfica, muy interesante, en 16 colecciones que integró a lo largo de su carrera. El trabajo curatorial es de César González-Aguirre, quien dijo que Martínez Castro es autor clave en la historia de la fotografía en México.

Esta primera retrospectiva rescata su búsqueda multidisciplinaria como productor de imágenes piratas. Artista, editor, gestor, crítico y diseñador, disloca y entrecruza los usos culturales entre la llamada baja y alta cultura, abundó, para explicar que la curaduría lo llevó a redescubrir el activismo que durante años caracterizó a Agustín Martínez Castro.

A decir de González-Aguirre, “con un vocabulario visual transformista, el trabajo de Agustín responde a las posibilidades identitarias, afectivas y sexuales, que las luchas homosexuales abren para otros sectores sociales del momento. El clóset roto provoca el paso al futuro, incendia el pasado y restituye a la indisciplina como herramienta del pensar”.

Situando el trabajo creativo como motor de la existencia, la obra de Agustín Martínez Castro ti ene un tacón en la institución cultural y un zapato del otro lado, en la vida fuera de ella. “Sus imágenes son testimonio afectivo y documento social, fuertes marcadores de complicidades entre amores y amistades fugitivas de la norma”, de acuerdo con el curador.

“Piratas en el boulevard. Irrupciones públicas” es una exposición conformada por 228 piezas, de las cuales 133 son obras, 55 documentos, 35 revistas y cinco videos. Para ello, el proyecto curatorial incluyó 16 colecciones, entre las que destacan las particulares de Alfonso Morales, Luis Alberto González Canseco, Colectivo Sol, y muchas más.

Finalmente, Itala Schmelz mencionó que el Centro de la Imagen también inaugurará esta noche la exposición “Estallar las apariencias”, de Teo Hernández , quien joven se fue a París, para desarrollar su gusto por el cine; hizo pareja con Michel Nedjar, que ahora colabora para que su obra sea revisada y expuesta.

A partir de los cuatro núcleos en que fue seccionada la exposición, añadió, se descubre que “del extrañamiento de sí mismo, Teo halló su propia identidad como exiliado, como artista, como mexicano y como homosexual”. Abundó que es la primera revisión y exhibición crítica de esta obra en México, integrada por 23 piezas y 19 videos.

akc

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