El artista chino inaugura este sábado la mayor exposición de su carrera, y la primera en Brasil, con un recorrido por sus clásicos y la presentación de obras inéditas que expresan su lectura de las raíces brasileñas.

"Raíz Weiwei" está compuesta por setenta piezas y se extiende a lo largo de los cuatro pisos de la Oca, un espacio circular en el Parque Ibirapuera de Sao Paulo, diseñado por el fallecido arquitecto Oscar Niemeyer.

A dos días de la inauguración, decenas de empleados abrían cajas y distribuían piezas con precisión y cuidado.

Poco antes de un recorrido especial para la prensa, el artista chino caminaba en el subsuelo, donde fueron instaladas las obras más pesadas.

Destaca entre ellas la instalación integral por vez primera de la icónica "Recto", una serie de vigas de acero compuesta por 164 toneladas del material recuperado de los escombros de escuelas de Sichuan (suroeste de China), tras el terremoto que golpeó la ciudad en 2008.

En la tragedia desaparecieron miles de estudiantes atrapados en edificios que no cumplían los estándares de calidad, lo que llevó al artista a lanzar su primer acto de defensa de los derechos civiles, un desafío que el gobierno comunista chino le hizo pagar caro.

Apiladas, las vigas se extienden formando una especie de cordillera metálica rectangular.

Frente a ellas resaltan las enormes e impresionantes raíces de un árbol típico del bosque atlántico en Bahía, en el noreste de Brasil. Extraídas ya muertas gracias a un complejo operativo, descrito en un video, fueron trabajadas por el artista junto a carpinteros chinos y brasileños.

Varias piezas de cuero colgadas en las paredes de este piso contienen citas en inglés, en su mayoría de brasileños vinculados a las letras y a la cultura, con fuerte contenido social y político.

"Lavarse las manos frente a los conflictos entre los poderosos y quienes no tienen el poder es tomar el lado de los poderosos, no es ser neutral", dice una de ellas, atribuida al fallecido e influyente educador Paulo Freire.

Todas están escritas usando una tipografía inspirada en los hierros para marcar ganado, diseñada por el fallecido autor brasileño Ariano Suassuna.

También en el subsuelo está expuesta "Dos figuras". La obra reproduce una escultura del cuerpo desnudo de Ai Weiwei acostado en un colchón y cercado por semillas de peonía. A su lado, le da la espalda el cuerpo también desnudo de una bahiana.

"Ellos nunca se encontraron", precisó el curador Marcello Dantas, explicando que los moldes fueron vaciados en diferentes meses y que la obra surgió de sueños eróticos que comenzaron a rondar en la cabeza del artista chino a su llegada a Brasil.

Entre el segundo y tercer piso están distribuidos fotos, videos y artefactos que retratan la trayectoria y las angustias de Ai Weiwei , como el enorme barco de refugiados inspirado por su experiencia de apoyo a los migrantes de Medio Oriente y África que llegan masivamente a Grecia, y que "navegó" hace una semana por el lago del Parque Ibirapuera como antesala de la muestra.

No estaba a la vista la anticipada novedad "F.O.D.A." ("joda" en portugués), hecha de 1.200 moldes en porcelana de cuatro frutos brasileños que, con las iniciales de sus nombres en portugués, componen la palabra.

En el cuarto piso, está la ampliamente conocida "Semillas de girasol", una reflexión sobre la producción en masa y la falta de individualidad.

Sorpresas aguardarán a los espectadores en todos los espacios de este pabellón, donde "Raíz Weiwei" permanecerá hasta el 20 de enero de 2019.

Ai Weiwei, en "exilio voluntario", vive fuera de China desde 2015, cuando recuperó su pasaporte retenido por el gobierno desde 2011.

La exposición, que llevó años de concepción, llega a Brasil en momentos en que el país atraviesa un torbellino político y social a tan sólo una semana de las elecciones presidenciales, en las que el ultraderechista Jair Bolsonaro cuenta con el favoritismo del electorado, frente al izquierdista Fernando Haddad.

"Es muy interesante que lleguemos en este momento histórico. Cuando planeamos este proyecto no teníamos la menor idea de que viviríamos esto que vivimos hoy en Brasil, con una sociedad dividida y que ciertos temas de Ai Weiwei serían tan pertinentes en este momento histórico", dijo Dantas, que aspira a que la muestra genere reflexión "sobre la identidad brasileña y la forma de celebrar la diversidad", transmitiendo la idea de que las cosas pueden ser hechas de forma diferente. "Eso ya será suficiente".

akc

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