Apenas mes y medio después de que dejó el poder, a Enrique Peña Nieto no paran de mandarle mensajes, lo mismo de dentro que fuera del país. Mensajes que aluden al mismo tema que marcó su gobierno y que, todo indica, lo perseguirá en su condición de ex presidente y no le permitirá vivir un exilio tranquilo del poder: la corrupción.

En las últimas horas, el nombre del ex mandatario, que intenta vivir con un bajo perfil en su tierra del Estado de México, ha sido mencionado y asociado a señalamientos y acusaciones graves y delicadas. Lo mismo en una Corte federal en Nueva York, donde un testigo lo acusa de haber recibido un soborno de 100 millones de dólares a cambio de proteger y no buscar a Joaquín El Chapo Guzmán, que en Palacio Nacional, donde su sucesor, Andrés Manuel López Obrador, en medio del combate al negocio ilícito del robo de combustibles, lo cita entre la lista de ex presidentes que podrían ser enjuiciados por “negocios de corrupción” de los que, afirma el presidente, Peña y sus antecesores estuvieron enterados y “o fueron cómplices o se hicieron de la vista gorda”.

Pero no son los únicos casos en los que la figura y la actuación del ex presidente de México y de su administración es severamente cuestionada en público. Ayer en la Secretaría de Gobernación, donde se instaló la Comisión de la Verdad para el caso Ayotzinapa, la actuación de cuatro años del gobierno peñista y sus procuradores fue descalificada en otro de los temas centrales que marcó su sexenio.

Lo mismo los padres de los 43 normalistas desaparecidos, que acusaron “obstaculización por motivos políticos” en las investigaciones, que por las autoridades federales que, desde Gobernación, Relaciones Exteriores y Secretaría de Hacienda, se encargarán de desmantelar, con asesoría de instancias extranjeras, cuatro años de indagatorias del gobierno de Peña, con todo y su “verdad histórica” de este caso de repercusión internacional. “El objetivo es muy claro: conocer la verdad e impartir justicia, para fincar responsabilidades y hacer valer la ley”, dijo la secretaria Olga Sánchez Cordero, mientras que el subsecretario Alejandro Encinas sentenció: “La verdad es que no hay verdad en el caso Ayotzinapa, encontrar esa verdad es nuestra encomienda y la vamos a cumplir”.

Tal vez Peña Nieto no sea el primer ex presidente mexicano que, tras dejar el poder es cuestionado y señalado, pero seguro sí es al que más pronto, apenas unas semanas después de abandonar la Presidencia, se le realizan acusaciones y señalamientos tan graves que lo mismo lo vinculan en presuntos tráficos con narcotraficantes a cambio de millonarios sobornos, que con un ilícito como el robo de combustibles, cuyas cifras, ganancias y afectaciones, crecieron desorbitadamente durante sus seis años de gobierno, al grado de representar un saqueo multimillonario (entre 60 y 90 mil millones de pesos) al presupuesto público y a Pemex.

La gran duda es si esos mensajes, que le mandan un día sí y otro también, serán entendidos o captados por el ex mandatario que durante su gobierno no se caracterizó precisamente por su habilidad de escuchar ni interpretar los mensajes que le mandaba una sociedad harta y enojada que terminó repudiándolo a él y a su partido en las urnas. Si como presidente Peña Nieto nunca entendió que no entendía, ¿cómo ex presidente podrá entender los muchos mensajes que le están mandando?

NOTAS INDISCRETAS…Tras la muerte de Alfredo del Mazo González, políticos y empresarios del grupo Atlacomulco se reúnen este miércoles para definir qué harán para defender sus intereses ante el innegable debilitamiento que ha sufrido la clase política y empresarial mexiquense. Y es que el conglomerado mexiquense se ve retraído y desarticulado, pues la derrota electoral de 2018 y la pésima operación de Peña Nieto les ganó muchos enemigos en el PRI y rechazo en la sociedad, aunque eso sí, buscan su sobrevivencia. En lo político, mediante el acuerdo de gobernabilidad que el gobernador Alfredo del Mazo Maza ha hecho con Morena en su estado, y en la parte económica con los intentos de empresarios mexiquenses, sobre todo de la construcción, de acercarse a miembros del gabinete de López Obrador, especialmente en áreas como la SCT. Porque allá en el Edomex dicen que “todavía puede revivir el aeropuerto de Texcoco”, ante la falta de viabilidad de Santa Lucía, y los altos costos de su cancelación total. Seguro tienen prendidas veladoras para que eso suceda…Vaya respuesta les dio Porfirio Muñoz Ledo a los congresistas de oposición que ayer se quejaron de una “falta de respeto” al Poder Legislativo por la cancelación, una hora antes, de las comparecencias programadas de Rocío Nahle, Octavio Romero y Carlos Urzúa, ante la Cámara de Diputados. “Pónganse a investigar saqueos en Pemex, en vez de mendigar respuestas”. De los que más cuestionaron la actitud de los funcionarios federales, que debían explicar las causas del desabasto de gasolinas, fue el senador del PRI, Miguel Angel Osorio, a quien por la tarde la secretaria Nahle le recordó en Twitter que también él “pospuso” comparecencias ante el Senado cuando era titular de Gobernación, a lo que el priista le pidió que “no se confunda” porque en su caso fue el Senado quien “reagendó dicha comparecencia” y “hoy ustedes cancelaron 15 minutos antes de empezar. Esperamos el diálogo”. ¿Habrá diálogo en este ambiente?..Por lo pronto en San Lázaro, con todo y esas tensiones, corre una versión sobre un acuerdo entre el PRI y Morena, en el tema la votación hoy de la Guardia Nacional. “El PRI ofrece votos para la Guardia, a cambio de no toquen a Emilio Lozoya y de ahí para arriba”, afirma un diputado de la burbuja panista. ¿Será?...Capicúa de los dados. Repetimos el tiro.

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