En un momento incomodísimo para las gobiernos federal y de la ciudad de México, el proyecto del tren interurbano programado para unir a la capital del país con la ciudad de Toluca amenaza con sumar un escándalo al que ya existe en torno al nuevo aeropuerto metropolitano.

Este proyecto ferroviario destacó entre los tres anunciados por el presidente Peña Nieto el día de su toma de posesión. Los otros dos (el México-Querétaro y el Transpeninsular) fueron descartados en el camino.  El restante, identificado con el estado natal del Presidente, se halla en el aire.

Luego de ser anunciada su entrada en operación en 2017, el plazo se movió hacia este 2018, y en días pasados la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a cargo de Gerardo Ruiz Esparza, aseguró que empezaría a funcionar en diciembre, lo que en los hechos es descartado por múltiples voces y documentos, que llaman a revisar esta iniciativa desde su raíz.

Las evidencias disponibles apuntan a que será el tramo Santa Fe-Observatorio, dentro de la ciudad de México,  que se halla con un notable rezago,  el que desate en las próximas semanas una crisis que arrojará dudas sobre todo el proceso, desde la adjudicación de las empresas (constructoras cercanas al gobierno de la capital) y el apresurado descarte de otros competidores, entre ellos compañías internacionalmente acreditadas, lo que incluye una de Carlos Slim.

La administración capitalina bajo la conducción de Miguel Ángel Mancera adjudicó en su momento contratos por más de 10,400 millones en un “proceso exprés” que sin embargo no se vio complementado por las tareas a las que está comprometida la ciudad, como concluir el tramo de la Línea 12 del Metro que iría desde Mixcoac hasta Observatorio.

Lo mismo ocurre con la Línea 9 del propio Metro, que debería extenderse desde Tacubaya hasta Observatorio. A ello debe agregarse la construcción de nuevas áreas de transferencia en la zona para albergar la conexión de las líneas 1, 9 y 12. Estas obras en total requieren más de 2,000 millones de pesos, sobre los cuales no hay idea alguna de dónde saldrán, cuándo serán emprendidos los trabajos respectivos y en qué momento podrán concluirse, pues son indispensables para garantizar conectividad al nuevo tren.

Los trabajos preparatorios de este proyecto dieron inicio en 2014, y se han programado a nivel federal inversiones con fondos púbicos por casi 45 mil millones de pesos, cifra que se ha ido incrementando en comparación con los anuncios oficiales.

Sin embargo, ya para octubre del 2017 la Auditoría Superior de la Federación había liberado los resultados de una evaluación de los gastos realizados, de lo que se habían derivado 21 irregularidades detectadas, de las cuales según advierte el documento en posesión de este espacio, habían sido solventadas o aclaradas solo 2.

De acuerdo con ese mismo reporte, se determinaron pagos indebidos por parte de la dependencia cuyo titular es Ruiz Esparza, por 1,775.3 millones de pesos, en su mayoría derivados de mala supervisión y canonjías a los contratistas a cargo de la obra.

La situación en el tramo que correrá en la ciudad de México es más grave, pues enfrenta cuestionamientos de fondo por parte de entidades supervisoras que se niegan a dar su aval a cualquiera de las etapas del proyecto.

El tema es particularmente delicado pues la proyección del negocio sobre la cual se construye este tren está apoyada en el flujo de pasajeros que provengan de la ciudad de México. Incluso una porción importante de los usuarios serán aquellos que busquen trasladarse entre Observatorio y la zona de Santa Fe.

Los principales señalamiento sobre las obras desarrolladas hasta ahora se centran en la corporación “Caabsa”, que preside Luis Amodio Herrera, la cual fue una de las constructoras favoritas del gobierno capitalino durante la gestión de Miguel Ángel Mancera.

Un reporte del “testigo social” de la obra en territorio capitalino,  proveniente del Instituto Mexicano de Auditoría Técnica, citado esta semana por el diario español “El País”, alerta que no suscribe “ni la legalidad del procedimiento, ni de su ejecución, ni de quienes intervinieron en sus actos”. A estas reservas se han sumado advertencia de organismos de la sociedad civil como “México evalúa”, que se ha manifestado a favor de que se aplique en forma urgente mayor transparencia a todos los tramos de este proyecto.

Es posible que en cualquier momento pero desde luego, apenas se asienten los polvos de la elección del primer día de julio, nos amanezcamos un día con la noticia de que la iniciativa de este tren, que nos debió permitir mirar hacia un futuro de modernidad, nos estancó más en nuestro presente de incompetencia y corrupción.


rockroberto@gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses