El sábado pasado, un equipo de Catalunya recién ascendido a Primera División por primera vez en sus 87 años de historia empató ante la sorpresa de muchos (y podría haber ganado cómodamente) con el Atlético Madrid del Cholo Simeone. Pero algo pasó desapercibido: el Girona FC tenía en su escuadra a cinco jugadores del Manchester City a préstamo, con el agregado de varios reportes que indican que en cualquier momento, el City Football Group compraría una mayoría de las acciones del club catalán junto al hermano de Pep Guardiola, Pere Guardiola, agente de futbol que representa entre otros, al uruguayo Luis Suárez y al español Andrés Iniesta.

El City Football Group es un conglomerado financiero-futbolístico fundado y manejado por el sheikh Mansour de Emiratos Árabes Unidos (hace poco un grupo chino compró 13%). Si se confirma lo del Girona, este grupo manejaría seis clubes en el mundo:

Manchester City, New York City FC (MLS), Melbourne City FC (A-League), Yokohama F. Marinos (J-League) y Club Atlético Torque (Segunda División de Uruguay).

A esto se suma la posibilidad de comprar un equipo de la SuperLiga China y la de formalizar una alianza con el recién ascendido NAC Breda de la Erediviese (ya juegan allí siete jugadores del Manchester City a préstamo).

Las reglas de UEFA no permiten que dos equipos del mismo dueño compitan en un torneo continental, pero eso no parece importar al CFG. Después de lo de RB Leipzig y el Red Bull Salzburg este año, donde los dos recibieron permiso de competir en la Champions League cualquier cosa es posible.

La multipropiedad es una realidad. Desde el punto del negocio, tiene total sentido económico, pero definitivamente se abre a suspicacias en lo deportivo. Tal y cual ocurre en el futbol mexicano.

futbol@eluniversal.com.mx

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