El sábado, Ronaldinho regresó a Querétaro para disputar un partido amistoso organizado por la Organización Mundial de la Paz, sede México.

El brasileño la pasó muy bien en lo que fuera su casa durante un año, acompañado en todo momento por su hermano Roberto de Assis y un amigo.
Al llegar al vestidor de las Estrellas de América, saludó con mucho gusto al Pibe Valderrama, Iván Zamorano, Jared Borgetti, pero sobre todo a Luis Matador Hernández; de repente, apareció Tiago Volpi, quien lo invitó a pasar a otro vestuario, el de los Gallos Blancos. Ahí, ambos se sentaron, observaron las fotografías de cada jugador.

Ronaldinho hizo una pausa, preguntó de inmediato por Yasser Corona, a lo que Volpi contestó y explicó que había dejado el club para irse a Tijuana. Enseguida, le detalló la lesión que sufrió Corona hace unos meses en la Copa MX. El astro se sorprendió, se consternó y de inmediato pidió un teléfono para comunicarse con él.

Hubo intercambios de mensajes de voz en Whatsapp, se recordaron anécdotas mutuas que provocaron risas entre Yasser y Ronaldinho. Las palabras del brasileño sirvieron para darle una motivación muy grande a Corona, quien se encuentra recuperándose de una lesión en la sexta cervical, acontecida el 31 de enero. 

Un gran detalle que pocas personas observaron, en un partido que terminó ganando en penaltis el equipo de América sobre el europeo, encabezado por Carles Puyol. 
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