#LaVozDeLosExpertos

Un positivo comentario fue el que el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo hacia Alfredo Jalife- Rahme: “Es una muy buena persona. No creo yo que quiera ocupar un cargo. Es un analista, un investigador. Pero en el caso que hubiese algo que le interesara,

como cualquier otro profesional, analista, lo tomaríamos en cuenta”. Esto derivó de una pregunta formulada en la conferencia matutina del pasado 24 de abril y que bastó para detonar la furia de un grupo de intelectuales, escritores, académicos y periodistas.

Por medio de una misiva difundida por Carlos Loret de Mola el martes 30 de abril, los firmantes pidieron al presidente no considerar la posible inclusión de Jalife-Rahme en el gobierno. México necesita, afirmaron, “un clima de respeto, tolerancia y conciliación, no de confrontación y encono”.

Entre los 155 firmantes de la carta destacan: Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, Jorge Castañeda, José Woldenberg, Ángeles Mastretta, Salomón Chertorivsky, Rolando Cordera, Carlos Elizondo, Soledad Loaeza, Claudio X. González, Joaquín López Doriga, Ignacio Morales Lechuga, Federico Reyes Heroles, Ezra Shabot y Gabriel Zaid, entre otros. Solo faltó Carlos Monsiváis…

Los firmantes acusan al experto en análisis geopolítico, de origen libanés, quien en los próximos días cumplirá 72 años, de misógino, machista, antisemita y acosador.

Jalife, médico cirujano egresado de la UNAM y profesor en la Facultad de Contaduría y Administración en la máxima casa de estudios, es señalado como “el representante extremo del discurso del odio en las redes sociales mexicanas”, un auténtico Raymond Reddington, región IV.

La carta suscitó miles de comentarios en Facebook, Twitter y YouTube, tanto de defensores como de detractores.

Poco después de las 23 horas del 30 de abril, la etiqueta #MenosKrauzesMasJalifes fue la principal tendencia temática (TT) en México. De acuerdo con mediciones de Trendinalia, la etiqueta duró cuatro horas entre las 10 principales tendencias en Twitter, y a nivel mundial se ubicó en el lugar 104 entre los trending topics de ese día.

Hace unas semanas, la cuenta oficial de Jalife (@AlfredoJalifeR_) fue suspendida en Twitter. No fue la primera vez. Sin embargo, ésta parece ser definitiva. Jalife calificó el hecho como un acto de censura, y abrió un perfil en VK (Vkontakte), una red social rusa.

Por tal motivo, a finales de marzo, simpatizantes de Jalife promovieron el hashtag #TwitterRegresaAJalife. Además fue abierta la cuenta @Jalife_Mirror cuenta espejo que permite publicar en Twitter los comentarios que escribe en VK. También, cientos de simpatizantes adoptaron como foto de perfil una imagen del médico libanés, afirmando así su solidaridad con el analista, y promovieron la etiqueta #TodosSomosJalife.

En su blog Jalife atribuye a dos tuits la suspensión de su cuenta en Twitter. En uno, con su peculiar ironía arremete contra Enrique Krauze, León Krauze e Isabel Turrent, madre de León; en otro, reta públicamente al ex presidente Felipe Calderón a que desmienta haber rescatado a CEMEX de la quiebra usando dinero del IMSS, y señalando como intermediario de tal operación a Enrique Krauze.

Tan graves acusaciones pudieron haber llevado a Jalife a tribunales especializados. Sin embargo, la respuesta fue apostar por el linchamiento mediático, aunque el resultado no precisamente parece favorable.

Los simpatizantes de Jalife arremetieron contra Enrique Krauze, quien fue señalado como uno de los autores intelectuales de la campaña de propaganda sucia contra López Obrador como candidato a la presidencia. Los firmantes quizá no calcularon los riesgos. Abogar por un clima de respeto, tolerancia y conciliación, no de confrontación y encono, también era responsabilidad ineludible en tiempos de campañas.

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