Por María Amparo Hinterholzer Rodríguez

La trata de personas es un fenómeno delictivo que ha estado presente en diferentes etapas de la historia. Es común identificar la trata de personas como el tráfico de mujeres con fines sexuales. No obstante, este concepto ha sido ampliado de tal forma, que, actualmente, se define como la “acción de enganchar personas con la intención de explotarlas sexual o laboralmente, reteniéndolas a través de la coacción, el engaño o el abuso” (1).

La comunidad internacional ha establecido diferentes convenios para el combate integral de este delito, en los cuáles, se engloba toda actividad criminal transnacional. A partir de ello, se originó el Convenio de Palermo, en el cual, se precisa que los países que ratifiquen dicho convenio adopten medidas legislativas para tipificar el delito.

En México, en el 2012 se realizaron cambios legislativos para crear la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata De Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, en ellas se establecen la coordinación a niveles de gobierno, los procedimientos penales y sanciones, así como la asistencia a las víctimas del delito. Además, esto permitió que los estados cuenten con legislaciones locales para combatir este problema.

No obstante, los resultados han sido poco favorables en términos de acceso a la justicia para las víctimas y sus familias. Según el último informe de la Cumbre Hemisférica sobre la trata de personas organizada por la Comunidad de Policías de América en el 2017, México se encuentra posicionado en el quinto lugar del continente americano por el delito de trata de personas, asimismo, es catalogado como país de origen, tránsito y destino.

Lamentablemente, desconocemos la magnitud del delito en el país. En el 2013, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) informó que se estima que el número de víctimas ocila entre los 50,000 y 500,000 casos de personas mayores a 18 años. Por otro lado, las estimaciones para menores de 18 años se encuentran entre 16 mil y 20 mil, aunque también cabe la posibilidad que esto ascienda a los 70 mil casos de explotación sexual. (2) Como se puede observar, no existe claridad en los datos, esto significa que no se puede dimensionar la magnitud del problema y el impacto que tiene, lo cual afecta a la generación de estrategias para la disminución de la trata de personas.

Por otro lado, las cifras aportadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indican que en el 2018 se abrieron 305 carpetas de investigación por el delito de trata de personas, sin embargo, no dan detalles de las víctimas atendidas.

Guerrero forma parte de los estados donde existe la captación de mujeres y niñas. En el 2017, el estado ocupaba el lugar 24 en el ranking a nivel nacional por el delito de trata de personas. En 2018 ocupaba el lugar 14 a nivel nacional, presentando un aumento en la tasa del 267%, es decir, casi tres veces en tan solo un año.

Los tipos de trata más frecuentes en el estado son: el turismo sexual y los matrimonios forzados. Bajo el argumento de los usos y costumbres, los pueblos de la región de la montaña, en específico, Cochoapa, Metlatónoc, Atlixtac y Acatepec, permiten la compraventa de mujeres y niñas para casarlas a cambio de algún bien material. Estas prácticas continúan reproduciendose a causa de las condiciones de marginación en estas zonas, donde los padres se ven forzados a realizar estas actividades para obtener retribuciones y poder sobrevivir.

Si bien, los usos y costumbres son respetados a nivel constitucional, es importante recalcar que estas practicas violan los derechos humanos, por lo tanto, es necesario que la víctima denuncie, sin embargo, a causa del miedo, la desinformación, amenazas o el no querer perjudicar al familiar, la víctima decide guardar silencio permitiendo la actividad.

Por otro lado, en la región de Acapulco y las costas, se presenta el turismo sexual donde se utiliza la extorsión para captar a las víctimas. Esta estrategia ha permitido que esta práctica se mantenga a lo largo de los años y permite que cualquier persona sin importar su edad, sexo y nacionalidad se convierta en víctima.

En cuanto a las acciones del gobierno, es necesario recalcar que el gobierno local ha emprendido diferentes campañas para combatir este hecho delictivo, pero no se han obtenido resultados óptimos, debido a que las cifras anteriormente mencionadas, indican que este delito va al alza.

Hay una falta de información y de creación de indicadores sobre la situación real, lo que impide que se diagnostique correctamente el problema y por lo tanto no existan estrategias exitosas para el combate a la trata de personas, la atención a víctimas o la impartición de justicia.

Para concluir, es necesario que el gobierno estatal y local continúe con la concientización de la ciudanía respecto al tema, debido a que la trata de personas atenta contra los derechos humanos de las personas afectadas.

En primer lugar, se deben llevar a cabo políticas de corte social que estén enfocadas en mejorar la calidad de vida de las comunidades indígenas, para que no se vean obligados a realizar la compraventa de niñas y niños. En segundo lugar, continuar informando a estas comunidades que gozan de derechos humanos y que al realizar estas actividades están transgrediendo su libertades y derechos, así como, la importancia de la realización de denuncias en caso de ver vulnerables sus derechos. Y por último, reforzar la capacidad institucional enfocada en los esfuerzos de investigación e inteligencia para la obtención de información, que a su vez, generen diagnósticos de la situación del estado para la creación de estrategías que logren desmantelar las redes de trata de personas que operan.

Bibliografía

Instituto Belisario Domínguez (2016). Las cifras hablan: Día mundial contra la trata de personas. Ciudad de México: Senado de la República.

Hispanics in Philanthropy (2014). Una mirada desde las organizaciones de la sociedad civil a la: trata de personas en México. Ciudad de México: Hispanics in Philanthropy

Observatorio Nacional Ciudadano

@ObsNalCiudadano

1 Hispanics in Philanthropy (2014). Una mirada desde las organizaciones de la sociedad civil a la: trata de personas en México. Ciudad de México: Hispanics in Philanthropy

2 Instituto Belisario Domínguez (2016). Las cifras hablan: Día mundial contra la trata de personas. Ciudad de México: Senado de la República.

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