La Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Salud, la Conade y ninguno de los institutos del deporte en este país tienen idea de lo que realmente es la cultura deportiva. Ojalá entendieran que no es hacer eventos, sacar campeones, ganar medallas... es mucho más que eso, es un modo de vida; el hecho de que no lo comprendan ha significado para el país algo tremendamente negativo con altos índices de obesidad.

La cultura deportiva es conocer lo que un país requiere para el desarrollo físico y armónico de todos sus ciudadanos: niños, jóvenes y adultos. No solamente se trata de desarrollar el deporte o a deportistas, es convencer a la sociedad del beneficio por la práctica y el hábito del ejercicio continuo y permanente, combinado con una buena alimentación, aunque ese es otro tema del cual adolece México.

En el momento que las autoridades entiendan qué se requiere para desarrollar ese hábito y esa costumbre, ayudarán mucho a esta sociedad, darán un gran paso. ¿Cómo? Con una política pública bien coordinada entre todas las instancias. Y deben hacerlo rápido, porque en algunas ciudades las cosas se están saliendo de control, con situaciones tan terribles como niños a quienes les realizan cirugías para bajar de peso; esto es inconcebible y todo por falta de verdaderas acciones de cambio que debieron implementarse desde hace tiempo. Se han gastado millones de pesos en campañas contra la obesidad. Este sexenio han sido impresionantes los recursos que se han dado para programas inútiles como el llamado Ponte al 100, con el que inició el sexenio y después de tres años no sirvió para nada.

Ahora que arrancamos 2018, es importante que se entienda perfectamente el concepto de los buenos propósitos de sentirse bien, comer adecuadamente y hacer ejercicio, y que se aplique esa política pública que compagine todo lo anterior sin que esto signifique descuidar la sana competencia.

En 2017, fue preocupante para la sociedad deportiva la idea de eliminar la Olimpiada Nacional, lo que afortunadamente se detuvo. Era alarmante porque aún cuando es un gasto grande para las instituciones, convocar en más de 40 deportes a niños y jóvenes sirve mucho para el desarrollo de esa cultura deportiva en nuestro país. Con esta competencia, ya están moviendo a esas generaciones, independientemente de que después se busque canalizar a nuestros mejores atletas a programas de los cuales se pueden sacar deportistas que representen a México a futuro. Los estamos enseñando a cuidar su cuerpo y a prepararse, por eso también es importante la Olimpiada.

El problema es que las autoridades del deporte no le dan un seguimiento adecuado. Existen centros de alto rendimiento en muchos estados y la Ciudad de México que no se utilizan como debe ser, para sacarles el mejor provecho y por esta razón, un país organizado como Colombia nos lleva la delantera, lo mismo Brasil. Por eso es muy importante que se entienda qué es la cultura deportiva.

Las autoridades son los responsables de promover ese modo de vida saludable y lo deben hacer con una buena política deportiva. Mientras eso no suceda, seguiremos gastando millones y millones de pesos en campañas para combatir la obesidad y en busca de atletas, sin los resultados deseados. México tiene para mejorar la salud de su gente y además, es un gigante que desde hace muchos años no ha podido ganar unos Centroamericanos y este año tiene la oportunidad de hacerlo nuevamente.

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