Tres difíciles casos

Cada jugador es libre de diseñar su carrera futbolística: dónde quiere jugar, para que equipo, etcétera, etcétera.

En el caso de los hermanos Dos Santos y el mismo Carlos Vela, tomaron un atajo económico a costa de ciertos sacrificios deportivos, porque eso significa jugar en la MLS.

Ser parte de la Liga estadounidense implica cierto deterioro deportivo, si lo comparamos con el nivel de muchas otras en el mundo. Ese deterioro trae consigo una consecuencia cada verano: estar completamente fuera de ritmo en la época más importante para las Selecciones Nacionales, por lo que Juan Carlos Osorio recomendó a estos tres elementos encontrar acomodo en algún equipo para no quedarse atrás en la carrera por un sitio en la nómina.

Para los jugadores y el mismo técnico luce espectacular; sin embargo, habría que analizar las complejidades del caso, y es que para eso habría que convencer al club original para que preste a sus jugadores con los riesgos económicos y deportivos que se corren en el eventual caso de una lesión; además, habría que preguntarle al entrenador del cuadro que los recibirá temporalmente si de verdad le interesa tener a dos figuras sólo por tres meses y perderlos cuando venga la etapa más importante del torneo (léase cierre y Liguilla).

Veo muy complicado que un entrenador acepte un trato así, ya que se trabaja con el mejor cuadro posible para llegar a las finales, y aunque algunos podrían pensar que eso abona en talento y capacidad, también podríamos establecer que suplir a jugadores así no resulta sencillo, y hay cosas, como ritmo, conocimiento de movilidad colectiva, entendimiento dentro de la cancha, etcétera, que se verían afectadas con estas bajas.

En fin... por lo pronto, México tiene hoy su cita más seria en cuanto a partidos de preparación se refiere. Y como cada ocasión que juega el Tri, la pregunta es ¿Cuál será la alineación titular? Sin embargo, aquí sí creo que la de hoy nos debería dejar ver algo muy cercano a lo que tiene en mente para su debut mundialista. A estas alturas y con Bélgica como sinodal, México debería jugar, al menos, con 70% del cuadro titular con el que se presentará en Rusia en algunos meses.

Hacerlo así hablaría de congruencia y convencimiento de lo que se tiene y lo que se quiere.