Olga Sánchez Cordero es una de las interlocutoras más influyentes del presidente Andrés Manuel López Obrador con el poder económico. Más de 34 años de experiencia al frente de la notaría 182 –donde fue la primera mujer en obtener ese cargo público en la Ciudad de México– le han otorgado a la actual secretaria de Gobernación una experiencia que nadie más del gabinete tiene, pero que, de no ejercerse con cuidado, también podría derivar en conflictos de interés.

La ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lo mismo acompaña al Presidente a reuniones con inversionistas y altos directivos, que se reúne en privado con ellos. Lo mismo gestiona acuerdos con el sector financiero que dialoga con el líder del sindicato de Pemex, Carlos Romero Deschamps.

Su trayectoria como notaria pública, junto a la de su esposo Eduardo García Villegas, y sus hijos Paula María y Eduardo Francisco –también notarios– le han permitido tener relación con todo tipo de empresas y dependencias de gobierno desde hace por lo menos cinco sexenios. Algunas de estas son Pemex, Banorte –donde fue consejera–, Scotiabank, Banco Azteca, el IMSS, el Infonavit, Liconsa, el AICM y el gobierno de Veracruz.

Desde la imponente casona de Prado Sur 225, donde están las notarías 15, de Eduardo García Villegas; la 182, de Olga Sánchez Cordero; la 95, de Olga Mercedes García Villegas Sánchez Cordero, y la 248, a cargo de Eduardo Francisco García Villegas Sánchez Cordero, se gestionan todo tipo de asuntos del orden jurídico, como testamentos, poderes, constitución de sociedades y asociaciones, compraventas, donaciones, hipotecas y fideicomisos.

Uno de sus clientes recurrentes es Petróleos Mexicanos, particularmente sus filiales P.M.I. Comercio Internacional, encargada de realizar actividades comerciales en el mercado internacional de petróleo crudo, y Pemex Petroquímica. A través de la notaría 248, además, se constituyeron proyectos de usos múltiples relacionados con el entonces gobierno de Javier Duarte en Veracruz y con la empresa brasileña Odebrecht, relacionada a su vez con el ex director de la petrolera mexicana, Emilio Lozoya, quien por cierto tiene su despacho privado casi enfrente de la sede las notarías de la familia García Villegas Sánchez Cordero.

El gobierno de Enrique Peña Nieto también echó mano de la Notaría 248, a cargo de Eduardo Francisco García Villegas Sánchez Cordero, para dar fe de hechos de nombramientos como el de Alejandro Murat –actual gobernador de Oaxaca–, como director general del Infonavit, entre otros.

Con el sindicato de Pemex, la familia de García Villegas Sánchez Cordero tendría relación a través de la mano derecha de Romero Deschamps, Héctor Sosa, líder de la sección 34, quien ha sido el encargado de escriturar miles de inmuebles del sindicato de Pemex.

La relación que ha tejido la familia de la secretaria de Gobernación con el sector financiero también tiene que ver con la escrituración de inmuebles de los bancos, las cuales requieren de la firma de un notario.

Así pues, bien Alfonso Romo es la cara visible de Andrés Manuel López Obrador en la interlocución con la iniciativa privada (IP), la ex ministra Olga Sánchez Cordero también juega un rol preponderante con los grupos de poder y con algunos de los empresarios incluidos en el nuevo Consejo Asesor del Presidente.

Rabindranath, ausente. Quien ha brillado por su ausencia en las conferencias de prensa matutinas y otros eventos públicos encabezados por el presidente Andrés Manuel López Obrador es el director general del Banco del Bienestar (antes Bansefi), Rabindranath Salazar. Esto, a pesar de que junto con Banco Azteca, Banorte y otras entidades será el encargado de dispersar los recursos de los programas sociales en tiempos de la Cuarta Transformación.

El nuevo director del Banco del Bienestar no ha rendido siquiera un mensaje a los trabajadores de la institución y casi no se le ve por las oficinas; es más bien Luis Ramírez, el director general adjunto, quien parece estar llevando las riendas.

Uno de los asuntos que ya generó preocupación es que en una reciente reunión de Consejo, en la que se sometieron a votación los candidatos para ocupar el resto de las direcciones adjuntas y otros puestos clave del banco, ninguno fue aprobado, pues no cumplían con los requisitos, por ejemplo, de tener experiencia previa en el sector financiero.



Twitter: @MarioMal
Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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