Andrés Manuel López Obrador y Carlos Slim están más distanciados que nunca. De la cálida relación que existió en el pasado entre el político tabasqueño y el empresario mexicano hoy sólo hay hielo. La cancelación del aeropuerto en Texcoco fue el punto de quiebre, debido a que las empresas del ingeniero son las que llevan mano en la obra que sepultó el presidente electo con su consulta ciudadana.

Un ejemplo que ilustra el malestar de Slim con AMLO fue su inasistencia a la reunión del lunes con los principales contratistas de la obra. En su representación tampoco envió a ninguno de sus hijos o a algún familiar, como suele pasar cuando no le es posible acudir a una convocatoria importante; en cambio, mandó a Antonio Gómez, director de la subsidiaria de Infraestructura de Grupo Carso.

En contraste, otros empresarios —accionistas mayoritarios o dueños de las compañías constructoras— sí se dieron cita en el restaurante de Polanco donde se llevó a cabo la reunión. Ahí estuvieron Olegario Vázquez Aldir, de Prodemex; Carlos Hank Rohn, de La Peninsular; Hipólito Gerard, de Constructora y Edificadora Gia; Héctor Ovalle, presidente de Coconal; Guadalupe Phillips, directora general de ICA, y Juan Diego Gutiérrez Cortina, de Epcor.

Carlos Slim no le perdona a AMLO la cancelación de una obra que calificó como ‘impactante’. “En mi vida he visto un proyecto que pueda tener tanto impacto económico y detonador”, dijo en aquella conferencia de prensa del 16 de abril en la que defendió la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco.

Tampoco le perdona el método: a través de una consulta ciudadana plagada de irregularidades. “Me preocupa (la cancelación de la obra) por todo lo demás que siga, porque si ese es el criterio, es un criterio equivocado”, lanzó en dicha reunión con medios.

Y precisamente a propósito de la conferencia de prensa de Slim, hace unos días ocurrió otro episodio que confirma el desencuentro entre el empresario y el presidente electo. Sucedió en un evento privado del Grupo Televisa al que asistió Andrés Manuel López Obrador junto con algunos integrantes del futuro gabinete presidencial, entre ellos la próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y quien se perfila para ocupar la secretaría de Hacienda, Carlos Urzúa.

En la mesa principal, junto a López Obrador, se sentaron algunos de los anunciantes más relevantes para la televisora. Del lado derecho del presidente electo, Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa, y del izquierdo, Paula Santilli, presidenta de Pepsico México. También estaban Alejandro Baillères Gual, heredero del Grupo BAL, y Arturo Elías Ayub, yerno de Slim y director de Alianzas Estratégicas de Telmex.

La plática en la mesa de AMLO fue de lo más relajada y se habló poco de política. Entre la cena, las fotos, los saludos y los actos de magia del ilusionista neoyorquino David Blaine, la noche transcurrió ligera. Fue hasta que Arturo Elías Ayub, enviado de Slim junto con su otro yerno, Daniel Hajj, director general de América Móvil, aprovechó un espacio para cambiarse de silla y quedar junto al presidente electo. Ahí, AMLO le recordó la rueda de prensa que montó Slim para defender el aeropuerto de Texcoco y las frases que utilizó. El ‘reclamo’ hizo que el yerno del ingeniero se regresara a su lugar más pronto que tarde.

A través de Inbursa, Slim posee 43% de los certificados del Fideicomiso de inversión especializado en infraestructura (Fibra E) que colocó el administrador del nuevo aeropuerto en los mercados. Su empresa Carso participa en la construcción del Edificio Terminal y la pista 3, mientras que su ex yerno, Fernando Romero, y el arquitecto británico Norman Foster, obtuvieron el contrato para diseñar el aeropuerto que iba ser uno de los tres más grandes del mundo.

Cuando Slim llamó a la conferencia de prensa para defender el proyecto de Texcoco, López Obrador lo acusó de ser un “emisario de la mafia del poder”. Ya entonces la relación se había desgastado… y terminó de romperse con la cancelación de la obra.

¿Van a medir fuerzas los dos hombres más poderosos del país? ¿El hombre más rico de México será un feroz crítico del próximo presidente? Preguntas de pronóstico reservado.

Va asociación de empresarios mezcaleros. Los trabajos para concretar el nacimiento de la Asociación Mexicana de Empresarios del Mezcal van por buen camino. El exabrupto de finales de agosto entre gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, y el IMPI de Miguel Ángel Margain, no hizo más que confirmar a los empresarios del ramo que se requiere de un órgano de cabildeo poderoso para defender los intereses de la industria.

Aseguran que el más interesado y ocupado en la consolidación de esta idea es el propietario de la marca “Mezcal Mortal”, el empresario mezcalero y de medios de comunicación, Antonio Torrado Monge, quien estaría impulsando para la presidencia del nuevo organismo a su representante en la industria y operador del negocio: Roque Olivares.

Se sabe que el nuevo organismo integraría en principio a un grupo de empresas que representan hasta 40% de la comercialización del mezcal, un mercado que asciende a los 4 mil millones de pesos anuales según el Consejo Regulador.

Twitter: @MarioMal Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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