Un grupo empresarial mexicano que cuenta con tecnología y está asociado con empresas internacionales de refinación, extracción y rendimiento de pozos petroleros, puso sobre la mesa del director general de Pemex, Octavio Romero, una propuesta mucho más viable que la de construir una costosa refinería en Dos Bocas: montar refinerías modulares como las que operan en Estados Unidos y resolver el problema de abasto de combustible en un plazo máximo de tres años.

La propuesta incluye firmar un contrato a 10 años y al término del mismo, Pemex se quedaría con todos los módulos instalados, catalizadores, tanques de recepción de petróleo crudo y salida de combustible, incluyendo su capacitación para la operación.

Los empresarios mexicanos —entre los cuales figuran inversionistas y altos directivos del sector petrolero— se han topado con un muro: el de Rocío Nahle, la secretaria de Energía, quien le pidió al Presidente López Obrador dejarla operar todo el sistema de refinación, incluyendo la construcción de la séptima refinería en Tabasco.

Nahle, sin embargo, no está sola. La respalda el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, quien a contracorriente de lo que opinan Carlos Urzúa y Arturo Herrera, de Hacienda, insisten en echar a andar un proyecto que por más que se jure y perjure que costará la de por sí onerosa cantidad de 7 mil millones de dólares, lo más probable es que duplique esa estimación.

Las refinerías modulares para producir gasolina funcionan exitosamente en Estados Unidos y otros países productores de petróleo. De hecho, fue en Texas donde comenzaron a utilizarse.

Los beneficios de usar módulos de refinación en lugar de los proyectos tradicionales como el que se pretende construir en Dos Bocas, son que estos se pueden transportar en la caja de un tráiler, por lo tanto se pueden instalar estratégicamente en distintos lugares para evitar el robo de combustible. Cada uno tiene la capacidad para refinar 6 mil 250 barriles por día.

Con las refinerías modulares se podrían surtir las necesidades de consumo de combustibles en plazo no mayor a tres años y vender sus diferenciales a otros países y empresas, de acuerdo con el proyecto presentado el director de Pemex.

“Si tomamos en cuenta que hoy se requieren 600 mil barriles diarios de combustible, mientras en el país se extraen un millón 800 mil barriles diarios de petróleo, Pemex podría vender un millón 200 mil barriles en combustibles diarios al exterior y quedarse con el resto para cubrir la demanda interna”, se expone.

Actualmente, a Pemex le cuesta un promedio de 30 dólares producir un barril de petróleo en el territorio nacional, más el costo de servicio de refinación, que es de 20 dólares, dejando el costo total en 50 dólares.

Pemex importa cerca de 80% de las gasolinas que se consumen en el país. El costo actual de comprarlo en Estados Unidos, incluyendo su traslado, es de 130 dólares.

La proyección del costo con módulos de refinación es de 20 dólares por barril, siempre y cuando estos se instalen cerca de los tanques de entrada de petróleo crudo y de los de salida del producto refinado de combustible.

En el caso de instalarlos en diferentes estados de la República, tomando en consideración una capacidad de almacenamiento de siete días, su costo aumentaría a 25 dólares por barril; no obstante, dicho incremento eliminaría en un alto porcentaje el robo en oleoductos: el huachicol.

La inversión para refinar 600 mil barriles diarios de combustible se estima en 2 mil 304 millones de dólares para módulos de refinación y módulos catalizadores, ya que la mayoría del petróleo que se extrae en el país es pesado y se necesita un módulo catalizador por cada cuatro módulos de refinación.

El tiempo de instalación de una refinería modular es de no más de dos años. Es decir que antes de la mitad del sexenio de Andrés Manuel López Obrador se tendrían instalados todos los módulos de 6 mil 250 barriles cada uno para llegar a los 600 mil diarios, pero produciendo gasolina desde los primeros tres meses y generando ahorros en producción y en venta.

Los empresarios estiman que el ahorro para Pemex y para el país sería de 48 millones de dólares diarios, es decir, un beneficio mensual de mil 420 millones de dólares y por tanto una eficiencia anual de 17 mil 280 millones de dólares… más o menos la cifra que analistas estiman costará la nueva refinería en Dos Bocas.

¿Qué intereses hay detrás del proyecto de Dos Bocas que impiden que otras propuestas sean analizadas? ¿Qué le ocultan al Presidente?

Twitter: @MarioMal Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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