Disclaimer para los comments: Lo que a continuación se presenta no es una nota informativa, es un texto de opinión, el autor se ha tomado libertades que el género permite. El artículo no busca “gustar” o “no gustar”, es, simplemente, un punto de vista. Se vale el debate, ¡vivan las diferencias!

Venezuela está hundida en la miseria y no es culpa del imperialismo yanqui, sino de la estupidez chavista.

Perdón por lo radical, máxime en estas épocas de hipersensibilidad, pero ejerzo mi derecho a opinar libremente, tal como no podría hacerlo en Venezuela, así que las cosas por su nombre: hoy por hoy, quien defienda al régimen chavista y no sea un interesado válido, un “amigo especial” o un parásito del mismo es, simplemente, un necio, un palurdo, un obtuso al que le pesa más la soberbia que se le desborda por la entrepierna que el sentido común.

Una excepción, entiendo bien a los políticos mexicanos que aplauden cuál focas y vomitan ditirambos al socialismo bolivariano de Chávez y de Maduro, comprendo que son personas interesadas con mucho por ganar o con mucho por perder, a fin de cuentas, ¿desde cuándo a los políticos del Tercer Mundo les importa un comino el bienestar de su población más allá de los discursos? Bien por ellos y por sus apuestas, ojalá que las pierdan sin necesidad de mostrarnos el infierno.

En Venezuela, hay todavía un porcentaje que oscila entre el 20% y 30% de la población (UCAB, Octubre 2018) que apoya al gobierno y sus fracasos, tal vez creen a fe ciega que el millón de inflación (vea usted el número, así impacta más: 1,000,000%) es consecuencia de la urdimbre conspiracional de la CIA contra el único país que se atrevió a hacerle frente a Tío Sam (Cuba es historia), quizá piensan que las tarjetas de bienestar que limitan el consumo de productos básicos son la mejor estrategia en la redistribución de la riqueza.

Empero, entre 70% y 80% de los venezolanos ruega por la muerte del régimen, los que pueden han optado por largarse del país que “regala gasolina” pero que mata de inanición, creen que hay algo mejor después del charco demagógico con el que se bañan las palabras estultas del gobierno que habla democracia a la vez que mata y encierra y tortura y viola y jode a los opositores.

Sí, la mayoría ruega por la muerte del régimen, la mayoría votó por una Congreso que los echaría a patadas y la consecuencia fue el avasallamiento del Congreso, una democracia de engrudo, una dictadura con disfraz.

Por eso y más, creo que lo mejor para esos que tanto defienden al chavismo desde la comodidad de sus celulares sería que se tomaran un avión y vivieran en un país sin libertad de expresión, donde protestar realmente puede costar la vida, donde un hombre concentra todo el poder, donde hay que formarse por horas para un pan, gratis eso sí, donde no hay carne, donde el papel de baño parece un artículo de lujo, donde tu cartera llena de billetes apenas equivale a un par de dólares…

Vayan, vivan allá, quédense allá, seguro estoy que muchos cooperaremos para su viaje, pero, por favor, no quieran salpicarnos con su mierda, aquí no queremos que nos falte el papel de baño.

De Colofón.- El problema con Eugenio Hernández es que quien lo debería perdonar es el gobierno federal de ¡Estados Unidos!, si vamos a dar amnistía a los sospechosos de procesos criminales en el extranjero, México será un edén para la delincuencia internacional.

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