Desde el Torneo de Copa de 1994-95, el Necaxa no levanta el trofeo y ahora que después de derrotar al Santos en el último minuto de la semifinal, los Rayos están de nuevo en una final que disputarán como locales en Aguascalientes.

Si recordamos ese gran triunfo comandado por el gran Alex Aguinaga y Ricardo Peláez, que gracias a uno de sus extraordinarios goles, en esa ocasión fue de rabona, los hoy hidrocálidos lograron coronar un gran Torneo de Copa.

El año que lograron el ascenso, los Rayos disputaron una final de Copa ante Veracruz, todavía jugando en el infierno, como lo califican algunos y con la ilusión de ascender primordialmente y después el afrontar dicha final, la cual no pudieron ganar, tras un segundo tiempo con muchos errores, los que los hicieron perder varios goles arriba.

El próximo 11 de abril en plena feria de Aguascalientes, el cuadro de Nacho Ambriz, estandarte de ese Necaxa de los 90, tendrá la oportunidad de levantar la copa en casa y darle una gran alegría a toda la afición necaxista, que mucho espera de sus Rayos.

Para seguir el gran trabajo de la directiva, encabezada por Ernesto y Santiago Tinajero, así como la parte comercial, dirigida por Jaime González Lobo, quienes han hecho de Necaxa un equipo sólido, que llegó para quedarse en Primera División, podrán cerrar con una copa en año mundialista y seguir demostrando lo que es afianzar una gran planeación de un equipo de futbol desde que estaban en la división inferior.

Semana intensa para los Rayos, que enfrentan de locales al América este sábado, para después encarar a media semana dicha final. Todo se define en estos 7 días, que de ganar sus dos encuentros podrá considerar una gran temporada y si pierden, será una temporada medianamente buena, con sabor a mala.

Esperamos los buenos resultados para que el Necaxa siga en ese paso firme como hasta ahora.

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