La distracción, en ajedrez , suele provocar errores, desatinos y derrotas. Como el descuido o el olvido, es una anomalía de la atención. Consiste en un estado mental en el cual la concentración se desvía de las ideas dominantes, enfocándose en otra cosa.

Según el ex campeón mundial Mijail Botvinnik, “en los momentos de distracción, el ajedrecista no presta atención a ciertas piezas; en sus cálculos participan de tres a seis, de las 25 o 30 de que dispone”.

Sin embargo, no es menos cierto que, en tanto réplica miniaturizada de la guerra, en el deporte ciencia también sucede lo que el poeta y ajedrecista argentino Jorge Luis Borges , en su libro El Aleph, señala: “La distracción es difícil para quien sabe que lo persiguen espadas desnudas”.

rjavier.vargas.p@gmail.com

Los desvíos de la atención
Los desvíos de la atención

Partida. Las blancas tratan de activar todas sus piezas, pero las negras optan por tomar la iniciativa, aprovechar que el rival se distrae y no prevé el sentido de una maniobra

de la dama, lo que da paso a un elegante jaque mate.

Blancas: N. Reiner

Negras: W. Steinitz

Viena, 1860, Gambito escocés.

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.d4 exd4 4.Ac4 Ac5 5.0–0 d6 6.c3 Ag4 7.Db3 Axf3 8.Axf7+ Rf8 9.Axg8 Txg8 10.gxf3 g5 11.De6 Ce5 12.Df5+ Rg7 13.Rh1 Rh8 14.Tg1 g4 15.f4 Cf3 16.Txg4 Dh4¡¡ (Diagrama. Sorpresiva irrupción de la dama que conduce directamente a la victoria.) 17.Tg2 Dxh2+ 18.Txh2 Tg1, jaque mate.

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