Se escudan en que no hay conocimiento de aficionados, medios, futbolistas, entrenadores, pero la realidad es que el VAR está siendo una reverenda demostración de la incapacidad arbitral del futbol mexicano en todos sus niveles.

Solamente en la eliminatoria Cruz Azul-Querétaro , el ridículo fue mayúsculo. En el partido de ida, Diego Montaño no se apega al llamado “ECO”, que quiere decir Error Claro y Obvio, de una jugada dudosa, la cual sí tendría que revisarse; por lo menos, para aparentar que sí están haciéndole caso. Hubo dos jugadas que podrían haberse sancionado como penalti: una por un empujón a un jugador del Querétaro y otra por una clara mano de un defensa del Cruz Azul . Ninguna fue sujeta a revisión en el monitor.

En el Azteca, lo de Jorge Pérez Durán, árbitro que en alguna ocasión — sin VAR — escuchó voces en un Toluca-Atlas y cambió una decisión de penalti evidente en favor de los visitantes, realizó el papelón de la Liguilla. Más allá de que revisara o no otra mano en el área de un jugador del Cruz Azul, lo que sucedió con Edgar Méndez fue la demostración de lo que no debe pasar con el VAR. El español finge una falta de Hiram Mier en el área, el árbitro marca penalti, pero —de repente— la voz del VAR entró a su oído y fue a revisar la jugada; hasta ahí, todo bien. Se esperaba que, al ver la repetición, se diera cuenta de que Méndez había fingido y echaría para atrás su decisión, además de expulsar por fingir —como dicta el reglamento— al jugador del Cruz Azul.

Lo sorpresivo fue que no revisó esa jugada, según lo que quiso dar a entender, sino una de infracción antes, lo que quiere decir que cree que todos somos estúpidos, porque —de haberse señalado esa— habría parado el juego en ese momento.

Da la impresión que quisieron proteger a Méndez y por eso argumentan que fue una jugada anterior, pero el VAR no está para revisar acciones en el mediocampo, así es que los que confunden al público son los árbitros, y lo peor es que no existe un gramo de autocrítica al respecto.

Cruz Azul no ganó por el VAR

, pero Diego Montaño y Jorge Pérez Durán demostraron que no hay capacidad para aplicar la justicia cuando no la ven, por lo que sería muy bueno que en las famosas cajas negras que están colocadas en las unidades móviles de Mediapro, generadoras de todo lo del VAR, se escuchara a detalle si es que las órdenes desde esta cabina fueron como las han hecho entender los defensores de la Comisión de Arbitraje.

Se podrá decir lo que sea acerca del VAR, que solamente revisa el llamado PEGII (Penalti, Gol, Expulsión, Identidad errónea e Incidente no visto), pero su espíritu es que no haya injusticias, como han existido en la Liga MX desde que se aplica; es decir, no ha servido de maldita la cosa.

Habrá dos partidos muy pasionales en semifinales, donde deben entender que si hay jugadas de esa naturaleza, se deben revisar. No pasa nada y lo único que harían es dejar claro a los aficionados que se está haciendo una marcación correcta y no empeñarse en ser los dueños de la verdad absoluta. ¿O se imaginan que un error arbitral que no se revise defina el América-Pumas ? Sería un terrible problema.

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