La solvencia numérica en la eliminatoria no quita la precariedad del futbol mexicano y la preocupación para la Copa del Mundo debe ser grandísima.

Sería irresponsable no reconocer que Juan Carlos Osorio dio tranquilidad en una eliminatoria donde siempre el futbol mexicano sufre, en la que nunca hay garantías de nada y en la que logró en plazas en las que eternamente perdían, sacar resultados positivos; pero también es responsable observar cómo fueron estos partidos y reconocer las miserias del área de Concacaf que son cada vez más evidentes, quitando la cierta regularidad que tiene Costa Rica, los demás equipos fueron a la baja aunque Panamá presuma la clasificación a su primer Mundial.

Es momento de hacer corte de caja, son dos años al frente de la Selección por parte de Juan Carlos Osorio en los que ha dirigido 41 partidos con una marca de 27 ganados, seis perdidos y ocho empatados.

Pero esas seis derrotas son tan significativas, de que cuando este equipo tiene una eliminación directa o tiene hostilidad en la plaza pierde sus ideas y no reacciona, sumado a la novedosa idea de colocar futbolistas en posiciones en las que no tienen su mejor rendimiento porque las desconocen y por si fuera poco, de poner a jugar, en muchas ocasiones, a quienes no merecen tener la titularidad de la Selección porque en sus clubes no juegan.

La autocrítica es otro de los factores que en estos dos años ha desaparecido, insisto, resultaría odioso no reconocer que la clasificación al Mundial fue sencilla, sin dificultades, pero el entorno futbolístico tiene que profundizar en las formas, así como también, en el nivel real de los futbolistas, estos de los que siempre se espera que sean mejores y que al final parece que han llevado a su techo después de 10 o 12 años juntos, sin ganar maldita la cosa.

¿Ese es el nivel del futbol mexicano o es responsabilidad de Osorio? Porque podrán contratar Heynckes, a Jürgen Klopp o a Ricardo Gareca, pero los futbolistas ya no dan para más... ya no dieron para más y punto.

Ahora, también se celebra la eliminatoria cuando para el futbol mexicano debe ser una obligación obtenerla sin complicaciones. Así que a partir de este momento inicia el verdadero trabajo para el que fue contratado Osorio y lo que no sea conseguir clasificar al quinto partido en la Copa del Mundo, será un rotundo fracaso.
Dos años de bipolaridad en la Selección Nacional: aprobado en la eliminatoria y reprobado en los partidos de eliminación directa.

@gvlo2008

gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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