Fidel Kuri Grajales, una muestra de la impunidad que vive la Liga MX. Hace lo que quiere, actúa bajó su ley y se comporta siempre fuera de las formas de la normas del futbol mexicano.

No es la primera vez que lo hace, y a pesar de ello, en las ocasiones que lo ha hecho el mismo Enrique Bonilla lo ha desmarcado diciendo que él no es el propietario del Veracruz. Mentira más grande que se tienen que tragar primero los dirigentes para luego venderla en los medios de comunicación.

Las actitudes y comentarios del propietario del Veracruz cada vez son más recurrentes y peligrosas, subidas de tono y sin mayor reparo.

Nadie dice si tiene o no la razón, ese es otro tema, pero lo que está a la luz es su prepotencia y su velada amenaza a periodistas, reporteros y en su momento a dirigentes de los silbantes.

Fidel Kuri no es un personaje “jocoso” de la política ficción en nuestro futbol, es un tipo peligroso al que hay que tenerle cuidado. Los castigos que le han sido impuestos se los ha pasado por el arco del triunfo y continúa amenazando.

Lo que le escribió ayer a David Faitelson es una muestra más de la prepotencia con la que se conduce. No es defensa del trabajo de Faitelson, ni objeción a las diferencias de opinión que pueda tener Grajales. Es sólo el hecho de la violencia con la que se conduce y con la que deja patente la impunidad con la que se mueve nuestro futbol como tantas otras instituciones en nuestro país.

Kuri ha vivido del engaño y del amago, así como de las amenazas en los últimos años. Ascendió a Primera División con La Piedad, ciudad donde en pleno festejo prometió no sacar el equipo ante los rumores que ubican a la franquicia en Veracruz. Constantemente ha vinculado a su equipo, colores y jugadores en actividades que directamente tiene que ver con movimientos partidistas. Amedrentó al presidente de la Comisión de Arbitraje y amenazó a varios reporteros. Se les “sancionó” y rompió de manera sistemática sus castigos.

Ese es Fidel Kuri Grajales quien utiliza la pasión de una ciudad como la de Veracruz por un equipo para justificar su prepotencia. En defensa de la afición del Veracruz ha justificado sus penosas y en ocasiones “borrachezcas” apariciones donde manifiesta prepotencia.Asegura tener 120 millones de pesos para defender con la cartera lo que en la cancha se le ha negado. Queda claro que el dinero no es el problema. Fidel lo tiene o lo consigue. 

El grave problema para la Liga MX no es que esté Kuri, el problema mayor es que no puede ponerlo en cintura, los tiene arrinconados y volteando para otro lado. El problema es que hay una plaza que es mucho, pero mucho más grande que él y que está secuestrada por sus intereses. 

futbol@eluniversal.com.mx

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