La Organización Mundial del Turismo ha dado a conocer la primera edición de su Barómetro Turístico de este 2019, en el que, por un lado, se reportan los avances en la evolución de los flujos turísticos mundiales y, por otra parte, se presentan, como es usual en la edición de este documento correspondiente a mayo, los rankings turísticos mundiales del año previo, en tres rubros: llegadas de turistas internacionales, ingresos por visitantes internacionales y gasto de los mercados emisores.

Sobre lo primero es de destacar que luego de un largo periodo de expansión que inició en 2010, la dinámica de los viajes internacionales sigue mostrando una tendencia al alza, por más que se respira el umbral de una nueva recesión mundial, y a pesar de un entorno en el que prevalecen retos en diferentes arenas, como la escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China-, las vicisitudes derivadas de la eventual (aunque por ahora fallida), consumación del Brexit, los bandazos en la geopolítica mundial, incluida la anómala normalidad de los ataques terroristas (el de la semana pasada dirigido a un autobús turístico en Egipto, por ejemplo), entre otros muchos factores.

Así las cosas, el reporte de un crecimiento en el primer trimestre del año de 4.4%, es una magnífica noticia ya que, seguramente, contribuirá a que la tasa media anual estimada en 3.8% para la década que concluye sea ampliamente superada, situándose en un entorno de entre 4.6 y 4.8%. En buena medida, este comportamiento se explica, tanto por la relativa fortaleza económica derivada de un prolongado ciclo, como por el irrefutable hecho de que los viajes son parte del estilo de vida de las sociedades contemporáneas.

El motor de esta dinámica parece ser la región Asia Pacífico, cuya recepción de flujos turísticos aumentó en cerca de 6%; no se debe dejar de dar seguimiento al crecimiento observado en Europa, ligeramente por debajo de 4%, mientras que América reporta sólo 2.7% de incremento. Sin duda, una de las grandes novedades a la vista es el excepcional crecimiento de la subregión del Caribe (16.7%), debido en parte a la recuperación luego de las afectaciones por huracanes en 2017 y 2018, y, presumiblemente, en parte también, a la capacidad que han tenido de desviar flujos hacia allá y que en otros momentos se estaban dirigiendo hacia nuestro país.

Me parece que es a la luz de lo anterior como deben leerse los resultados recientemente publicados. Es cierto, los rankings, tienen un gran impacto mediático y no puede omitirse que en materia de llegadas de turistas internacionales, Francia sigue dominando el escenario con más de 93 millones; que Estados Unidos encabeza, de lejos, los destinos con mayores ingresos (214 miles de millones de dólares) y de que China se mantiene como el principal mercado emisor en el mundo, reportando un gasto de los residentes en ese país en sus viajes al exterior de 277 mil millones de dólares. Ese efecto mediático puede propiciar que en nuestro país llame mucho la atención de la caída de México un peldaño en llegadas y uno en ingresos para posicionarse como 7º y 15º, respectivamente. Sin embargo, en mi opinión, esto ni es una sorpresa, ni debe llevar a críticas o a mayores aspavientos.

Creo que la mirada debe ponerse en otros aspectos, particularmente en esa ganancia significativa del Caribe, pues hay que entender que va de la mano de la caída brutal en la oferta de asientos aéreos hacia destinos mexicanos provenientes de Estados Unidos (2.3 millones en el periodo enero-agosto), y que en buena medida ha sido provocada por aspectos relacionados con la inseguridad, el sargazo y, la falta de capacidad de gestionar respuestas en los mercados antes este tipo de situaciones, luego de la cancelación de la inversión pública en promoción turística.

Siendo la industria turística marcadamente cíclica, el dato no contenido en la publicación de referencia, pero que deberíamos tener todos claro, es que esta caída no obedece a factores relacionados con una debilidad en nuestro principal mercado emisor, pues en tanto los viajes de los estadounidenses hacia México cayeron 2% en los primeros tres meses del año, los gastos de los norteamericanos en viajes al exterior en el primer bimestre de 2019, reportan un alza de 6.5%.

Con ello, hay que entender que los mensajes de los mercados son muy claros y en la medida que más tardemos en reaccionar, será más difícil y más prolongada la recuperación.

Director de la Facultad de Turismo y Gastronomía,
Universidad Anáhuac, México. Twitter: @fcomadrid

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