¿Qué hacía allí? Fue de vacaciones con su esposa Elsa Lowenthal. Se hospedó en el Edén Hotel, un lugar de postín propiedad de alemanes, ubicado en el pueblo La Falda, cerca de Córdoba, donde descansaba la alta sociedad europea y los argentinos adinerados. Esto ocurre en 1925, cuatro años después de que el científico más popular del siglo XX obtuviera el Nobel de Física y se intensificara su persecución por ser judío. Einstein imaginó los hoyos negros, pero fue hasta recientemente que la científica de 29 años Katie Bouman consiguió la primera imagen de la sombra de un hoyo negro. Lo que supuestamente pasa en esos días en ese famoso hotel lo cuenta Fernando López en su novela La sombra del agua, publicada por NITRO/PRESS, en su colección Noir, en la Ciudad de México, en febrero de 2019.

En el hotel trabaja Jesús Gaspart, ilusionista, mago y también luchador social. Forma parte del elenco de artistas que entretienen a los huéspedes; entre ellos, además de un grupo de connotados científicos, se encuentran Federico Hess y Anita Casuscelli, dos espías nazis que buscan secuestrar a Einstein para sacarle, por cualquier medio, la fórmula de la inmortalidad. Han creído que Albert la tiene por la manera en que explicó la Teoría de la Relatividad, que establece que si un hombre pasa por el mismo punto girando alrededor de la tierra, a la velocidad de la luz, no envejece. Los enviados del Tercer Reich trazan un plan que Gaspart, accidentalmente, escucha en parte. Él tiene afición por chupar senos grandes de mujer. Se entiende con Milena, una trabajadora del hotel, que vuelve sus noches luminosas, pero desea explorar las notables mamas que exhibe Anita.

Fernando López, que nació en 1948 en Córdoba, Argentina, es uno de los novelistas que mantiene el buen nivel de la literatura policiaca argentina contemporánea. Es un autor comprometido con el género. En La sombra del agua desarrolla un narrador obsesionado por Jesús Gaspart, que dejó un cuaderno de tapas negras donde cuenta partes de su vida, sobre todo la aventura que vivió para rescatar a Einstein y a su esposa de los nazis, y por cómo su vida cotidiana amenaza con despersonalizarlo; Gloria, su mujer, vive para transformar la casa que habitan, la que frecuentemente está llena de albañiles haciendo un ruido de los mil demonios. Además tiene fijación por los personajes secundarios y no para de proponer maneras de trabajar sus destinos, mientras el pobre narrador supera escollos en la ruta por la que debe llevar su novela, donde Jesús y Albert se hacen amigos cómplices y planean el escape del hotel. Desde luego, el mago utiliza algunos de sus maravillosos trucos. Einstein es incapaz de comprender el acto de levitación.

Aparece un personaje alto y desgarbado que resulta ser el escritor Roberto Arlt, quien cumple cierto papel que usted deberá descubrir. Creo que les gustará lo que ocurre entre Jesús y Anita, que podría ser lo que están pensando, sobre todo cuando adviertan cómo los celos de Federico le han transformado el rostro en veneno puro. “No hay nada en el mundo tan perfecto y sublime como el amor fugitivo”, escribe Gaspart en su cuaderno. Con extremo cuidado, Fernando lleva sus personajes de un estado emocional a otro. El narrador y sus personajes viven en un vórtice que parece no tener fin. ¿Escapar?, ¿pero cómo?, ¿en qué? Todos los medios de transporte están controlados por los dueños del hotel que también simpatizan con Hitler. Entonces aparecen Antoine y su aeroplano, que es un misterio pero que, dadas las circunstancias, no importa. Llega a un acuerdo con Jesús, que no consigue cumplir fácilmente, pero que da lugar al momento, solitario, en que el físico, que no alcanzaba a comprender los trucos de magia, tiene una revelación que usted podría compartir. Fernando crea ese extremo emocional, “en un lugar donde los tiempos no mandan”, en que resulta fácil involucrarse. “¡¡Viva la magia, el arte y el orgasmo!!”, proclama el autor del cuaderno de tapas negras. ¿Necesita usted pensar mucho para sumarse a esa idea? Les gustará saber cómo termina esta aventura. Qué pasa con Albert Einstein y su mujer, cómo es que Jesús Gaspart termina en un asilo y, sobre todo, qué más planean Gloria y su arquitecta para que la casa del narrador siempre esté en revolución. Por lo demás, es una excelente novela que usted disfrutará sin detenerse demasiado. Ya me contarán.

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