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Después de la sorprendente acción de la sociedad, tras el terremoto del 19 de septiembre, llegan las mediocres y preocupantes reacciones del gobierno y sus políticos.
En lo más reciente, a los protagonistas de #LaEstafaMaestra y del despilfarro publicitario ya no les alcanzó el dinero de nuestros impuestos.
No fueron capaces de habilitar lonas (de esas que pulularon durante el periodo de propaganda electoral), ni colchonetas para damnificados.
En el exceso, la Presidencia de la República tuiteó: “México aún te necesita. Apoya con casas de campaña, lonas y cobijas para las familias damnificadas por los #sismos. #FuerzaMéxico”. Acompañó el párrafo con un gráfico donde invita a llevar catres, cuerdas y hasta cuentos para colorear. Al final se puede leer: “En DIF Nacional nos mueve el amor por México”.
El mismo día que tuvo reunión con los millonarios del país, Peña pidió al pueblo aportaciones para que su esposa, como presidenta nacional del Consejo Consultivo Ciudadano del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, las reparta.
Para quienes sufren pérdidas humanas y materiales, el gobierno peñista no tiene cobertores, colchones, ni libros… ni vergüenza, ni pudor.
No es que los mexicanos se rehúsen a donar. La generosidad quedó más que demostrada. El problema es la transa.
El periodista Mario Campos dio en el clavo. Molestó el tuit de Presidencia “porque es inevitable pensar en la corrupción de estos años mientras nos piden hasta lápices”, escribió.
Recordemos que tan sólo en 2013-2014 “desaparecieron” 3 mil 433 millones de pesos, de acuerdo con la investigación de Animal Político. Y en cuatro años, EPN gastó 37 mil 725 millones en publicidad. Cantidad que se acerca a lo que costará el restablecimiento de lugares devastados por los temblores. Esto, según datos oficiales.
De ahí el enojo.
Esa petición de Los Pinos no es el único mensaje post-terremoto que exhibe la desconexión de Peña con la población.
Se lanzó contra las redes sociales. Indicó que desinforman y obstruyen las labores de auxilio. “No se dejen confundir”, sentenció.
Con estas declaraciones, no sólo intentó desacreditar el espacio donde se expresan las mayores críticas hacia su persona y su desempeño, también asestó un golpe bajo a quienes han hecho en estos once días lo que los políticos, esos de la generación del atraco, no han podido o no han querido.
Internet, en estos dolorosos momentos, se ha convertido en un vehículo de comunicación para el actuar solidario. Basta ver lo que jóvenes en horizontal.mx continúan realizando. Su valiosa iniciativa para revisar la información con el hashtag #Verificado19s es esencial para la ayuda en albergues y el rescate en edificios colapsados.
Mientras las versiones oficiales llevaron a la pifia de la existencia de Frida Sofía (la niña que nunca fue), la voz ciudadana (a través de Twitter, Facebook, Instagram, etcétera), permitió donar y apoyar las labores urgentes.
Lo más arduo para México será la reconstrucción… política.
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