MUERTE AL NEOLIBERALISMO, dice con letras gigantes la pancarta que atraviesa los carriles del Paseo de la Reforma. La imagen de Porfirio Díaz en un círculo rojo cruzado remata la bandera de la multitudinaria manifestación que encabeza el excandidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador.

Van rumbo al Zócalo a protestar contra una serie de medidas decretadas por el vencedor de la elección, José Antonio Meade.

El presidente Meade ha tenido la necesidad de hacer un recorte presupuestal enorme: cayeron los ingresos petroleros y la actividad económica va a la baja, según los pronósticos.

Meade anunció que no daría un peso más a las estancias infantiles y guarderías. En una política pública que el líder opositor López Obrador catalogó como “el sueño neoliberal, la pesadilla para el pueblo”, Meade echó mano de los libros de Economía que estudió en Yale y determinó que lo más eficiente es dar el dinero directamente a los papás de niños para que lo gasten en la guardería de su preferencia, o se lo den a una abuela, una tía, una nana. Es decir, activó la competencia del mercado para suplantar los servicios impulsados por el Estado.

“Es lo que siempre quieren hacer los neoliberales, los neoporfiristas”, lanzó López Obrador en la plaza, “desaparecer al Estado para enaltecer al Dios Mercado, así lo han hecho en otros países con la salud, con la educación”.

El presidente Meade desapareció también la partida presupuestal para las mujeres víctimas de violencia y planteó lo mismo: que se les dé el dinero directo. Luego mandó cerrar los comedores comunitarios que daban alimento a los más pobres del país. “No tienen alma, no tienen sentimientos esos neoliberales”, lanzó López Obrador.

El opositor criticó además que el dar dinero directamente a la población es una manera de comprar el voto: “Ya está el PRI con sus prácticas clientelares, pero yo le digo a la gente: agárrenlo, y luego voten por quien les diga su conciencia”.

El presidente Meade realizó igualmente un recorte de miles de trabajadores de nivel medio para adelgazar la burocracia. Otro postulado neoliberal: menos Estado. Los más golpeados fueron los del SAT. “En lugar de correr a los altos funcionarios, a los machuchones, a los fifís, se desquitan con los trabajadores, con el pueblo”, se quejó el líder morenista.

Como parte de las políticas económicas neoliberales de arranque, el primer mandatario priista compró los bonos de los inversionistas del aeropuerto cancelado para que no perdieran su dinero. “Es otro Fobaproa, otro escándalo como el rescate bancario”, sintetizó AMLO en el Zócalo. El presidente Meade también redujo el IVA en la frontera. “Les bajan impuestos a los ricos”, lamentó López Obrador.

Y criticó que en la primera licitación del sexenio, el equipo de Meade haya invitado a cuatro consorcios extranjeros, que tienen denuncias de corrupción en países donde han invertido: “¿qué no hay industrias nacionales capaces de construir una refinería? ¡Claro que las hay! Pero ellos prefieren a los extranjeros, que vienen a vender espejitos… ¡y además son corruptos! ¡Muera el neoliberalismo!”, gritó ante un público enardecido.

historiasreportero@gmail.com

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