Estimados gringos demócratas:

Me dio mucho gusto que hayan recuperado la mayoría en la Cámara de Representantes.

Lástima que no ganaron la mayoría en la Cámara de Senadores.

Si así hubiera sido, me hubieran hecho la persona más feliz del mundo.

Ver a Trump desencajado y mintiendo que fue una gran elección, no tiene precio.

Ustedes ejercieron su voto de castigo a un presidente intolerante, mentiroso y soberbio.

Un presidente que cree que su país es un negocio y que para colmo cree que él es el dueño de ese país.

Y si no se cree dueño, mínimo se cree el presidente del consejo.

Gracias a su voto, afortunadamente su reelección se aleja por el momento.

Ésta es una gran noticia.

La elección de este martes pasado me recordó mucho nuestra elección presidencial del 1 de julio.

El ganador obtuvo la mayoría histórica de votos en la era moderna de nuestra democracia.

Así es.

Nuestro presidente electo ganó limpiamente 30 millones de votos.

Su partido barrió en las dos Cámaras, en los Congresos locales y en varias gubernaturas.

Y por supuesto, nuestro presidente electo ganó con tanto margen gracias al voto de castigo para Peña y para el PAN.

En fin, que a partir del 2 de julio vivimos en una democracia legítima sin oposición.

Muy parecido a lo que ustedes vivieron con el triunfo de Trump hace casi dos años.

Ahora nos toca a nosotros convivir con un Congreso que, en su mayoría, está llenos de resentimientos.

Un Congreso resentido que tiene todo y tendrá todo el poder para cambiar lo que quiera cambiar mínimo durante los próximos 3 años. Incluyendo un cambio a nuestra Constitución.

Viviremos, al igual que ustedes, con un presidente que será el dueño absoluto de nuestro país.

Un presidente que por puro resentimiento canceló un aeropuerto diseñado por uno de los tres genios de arquitectura en el mundo, que nos iba ayudar a desarrollar más rápido al país.

Pero no.

Prefirió que los pasajeros viajemos entre tres aeropuertos jodidos y tercermundistas, en lugar de concentrar todo en un aeropuerto primermundista.

Lo canceló porque así lo quiso y también para demostrarle a todo México quién va a ser el que va a mandar.

Así es, mis queridos amigos gringos demócratas.

Fue tan abrumadora su mayoría que si nuestro presidente electo quisiera reelegirse, cambiaría sin ningún problema la Constitución.

Al igual que ustedes con Trump, nosotros vamos a vivir con un presidente autoritario.

Que se va a pelear, al igual que Trump, con la prensa y sus fake news.

Y también creo que va a comunicarse al igual que Trump por Twitter.

En fin, mis queridos amigos gringos demócratas, así va estar la cosa.

Vamos a vivir de fake consultas, de decisiones personales, en lugar de institucionales.

Y me atrevo a decirles que así como Trump se “la peló” con la construcción del famoso muro, nuestro presidente electo se la va a “pelar” con la inseguridad y con la corrupción.

Si no… ya veremos.

Ese es el único drama de vivir en un país sin oposición.

Y no me mal interpreten.

México ha vivido en una dictadura por más de 70 años.

La ha vivido con el PRI. Un partido que ha representado la corrupción.

Pero en mi opinión la diferencia entre estos priistas y esta mayoría morenista es que los priistas no eran resentidos sociales y además tenían bastante más experiencia que los actuales morenistas.

En fin, mis queridos amigos gringos demócratas.

Estos arroces ya se cocieron.

Ustedes verán dentro de dos años lo que va a pasar con Trump y su país.

Y nosotros dentro de tres años veremos en la elección intermedia qué rumbo tomará el país.

El populismo o la democracia.

¡Dios nos agarre confesados a los dos países!

eluniversal@alazraki.com.mx

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