Estimado Presidente electo:

No hay duda que esta última sema-na ha sido muy movida para ti.

Tuviste un descanso muy merecido y regresaste con el cuchillito muy bien afilado.

En esta última semana pasada y hasta el día de hoy, han ocurrido cosas muy interesantes.

Recibiste a varios funcionarios de Estados Unidos y de Canadá.

Y parece ser que te fue muy bien.

Por lo menos hasta el día de hoy Trump te ama...

También, tus colaboradores nos hicieron varias propuestas interesantes.

Y por supuesto, incluyo la madriza que te agarraste con Hacienda y el INE por la multa que te pusieron.

Sin embargo, lo que mucho me llamó la atención en esta madriza, fue que tú hayas sido el madreador en lugar de Yeidckol.

Creo que de vez en cuando se te olvida que ya eres el presidente electo de todos los mexicanos y no el presidente de Morena.

En fin, esta semana pasada tuviste de todo.

El motivo de escribirte mi carta semanal es para compartirte mi sentir en relación a las acciones que has anunciado.

Las he dividido en dos partes.

En las que coincido contigo y en las que no.

A ver qué opinas:

En las que coincido contigo son las siguientes:

Que se reduzcan a 50% las prerrogativas a los partidos.

Que pongas un delegado en cada estado para vigilar y coordinar las partidas federales que les corresponden.

Que reduzcas 50% el presupuesto en comunicación social, aunque al final de cuentas estoy seguro que no lo vas a cumplir.

Que priorices la pavimentación y construcción de calles y carreteras en los estados más necesitados.

Y que también le des prioridad a programas sociales urgentes.

Podría estar de acuerdo con la venta del avión, pero para que te compres uno más modesto.

Ojo Presidente electo:

Te recuerdo que el avión no es tuyo, es de la institución y que con la venta del avión se va a perder una fortuna.

Pero en fin, es cuestión de óptica.

A mí me gustaría que por tu seguridad y por lo que representas viajes en el avión de la institución.

Ahora en lo que no coincido contigo:

La baja de salarios de los empleados federales y su tope de sueldo.

Hay un refrán gringo muy conocido en el mundo empresarial:

“You pay peanuts, you get monkeys” (“Pagas cacahuates, te dan changos”).

No es justo que personas con experiencia, maestrías y doctorados se les pague hasta ¡40 mil pesos mensuales!

Y ojo, como no vas a encontrar a gente talentosa con ese sueldo, te vas a llenar de colaboradores mediocres.

Tampoco estoy de acuerdo en que descentralices el gobierno federal moviendo secretarías al interior del país por el simple hecho de que se te da la gana.

Otra acción muy sacante de onda es la consulta popular para construir el nuevo aeropuerto.

¿Desde cuando nosotros “el pueblo” sabemos de ingeniería aeroportuaria?

Sigo…

La desaparición del Estado mayor Presidencial y sustituirla por ¡gacelas!

Se me acabó el espacio.

Seguiré la próxima semana.

eluniversal@alazraki.com.mx

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