Chicago, Illinois.— El fiscal general de Estados Unidos liberó una versión amplia de la investigación del fiscal especial, Robert Mueller, sobre el posible contubernio entre agentes rusos y la campaña del entonces candidato Donald Trump. Estas son las novedades:

1.- El equipo Mueller concluyó que no había suficiente evidencia para probar que miembros de la campaña Trump o algún otro estadounidense se coludieron con los agentes rusos para influenciar la elección presidencial.

2.- La investigación incluye múltiples casos en los que Trump hizo declaraciones o dio órdenes que pudieron representar obstrucción de la justicia (un delito grave por el que puede ser juzgado políticamente). No obstante, no hay evidencia suficiente para comprobar que cometió el delito.

3.- Los rusos encabezaron operativos para influenciar el resultado electoral que favoreciera al candidato Trump. Sus estrategias se concentraron en dispersar información falsa en las redes sociales para repudiar la campaña de Hillary Clinton y favorecer al hoy presidente.

4.- Ante los hechos, es claro que a Trump le importa salirse con la suya, aunque pisotee el Estado de derecho, porque dio órdenes a subordinados que, de haberse ejecutado, hubieran violado la ley y los habría colocado en ruta a la cárcel.

5.- El presidente encabezó campañas basadas en falsedades para contrarrestar las coberturas mediáticas sobre la investigación y las posibles implicaciones a su presidencia. Es decir, ¡sorpresa!, Trump es un mentiroso patológico.

Al conocer los detalles del reporte Mueller considero lo siguiente:

A. Los rusos tuvieron éxito al polarizar al país creando un encono que aún no sana y contribuyeron a encumbrar a un maestro en la manipulación, pero profundamente estúpido en las tareas de gobernar. El gobierno ruso no debe ser considerado un adversario, sino un enemigo por el daño causado a las instituciones estadounidenses y a la estabilidad global, luego de la debacle del liderazgo internacional estadounidense con este presidente.

B. El propósito del reporte Mueller fue saber si el equipo Trump se coludió con los rusos y hasta ahora no hay pruebas suficientes que soporten esa tesis. En un país de leyes se comprueban las acusaciones y si no hay evidencia se acaba el caso. Lección para los demócratas, dejen de joder y de usar el reporte como espada de Damocles que sacará a Trump de la presidencia, pues no ocurrirá. La tesis que dio origen a la investigación no pudo ser comprobada.

C. Quizá los congresistas de oposición están genuinamente interesados en la evidencia judicial del reporte Mueller y, por ello, quieren continuar las pesquisas en el Congreso. Pero también puede que lo hagan para mantener viva una controversia que, según ellos, dañe las posibilidades de Trump para ganar la reelección. Si se conducen con esa visión, se están condenando a perder la presidencia en 2020. Dado que el reporte no pudo comprobar delitos cometidos, éste no cambiará las posiciones de quienes adoran o despreciamos a Trump. Pero sí da elementos para que él se diga víctima de una persecución política.

Las conclusiones del equipo Mueller detallan a un mandatario deshonesto e incompetente, pero eso se sabía desde que era candidato presidencial. Hoy el reto de la oposición es mostrar que un hombre tan falso no debe permanecer en el poder. Trump fue y sigue siendo indigno de ocupar la presidencia, pero el pueblo necesita escuchar que la oposición política tiene una oferta que refleja sus inquietudes y necesidades, que entiende cómo ganarse la confianza de la clase trabajadora, en lugar de ser una jauría de malos perdedores, en las urnas y en una investigación especial, que tratan de sacar del poder con argucias al que quizá es el presidente más mañoso de la historia.

@ARLOpinion

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