El día de ayer, el Comité Federal de Mercado Abierto del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (FOMC, por sus siglas en inglés) dio a conocer su anuncio de política monetaria, donde incrementaron el rango de los fed funds en 25 puntos base (pb). Con ello, dicho rango se ubicó entre 1.5% y 1.75%.

La reunión de política monetaria fue muy relevante por lo siguiente: 1. Esta representó la primera reunión donde Jerome Powell fungió como presidente del Fed; 2. El dot plot —gráfica que muestra los estimados de los miembros del Fed respecto al futuro de la política monetaria— indica que la mayoría de los miembros del FOMC considera prudente incrementar la tasa de referencia en al menos dos ocasiones adicionales durante este año (de hecho aumentó el número de miembros —de cuatro a siete— que consideraría incrementar la tasa de referencia en al menos tres ocasiones adicionales), y 3. Se revisaron al alza los estimados de crecimiento económico para este año y el próximo, así como el de inflación subyacente para el próximo. Por otra parte, el estimado de tasa de desempleo se revisó significativamente a la baja para 2018 y 2019.

En la conferencia de prensa que ofreció Jerome Powell, se distinguió un tono más hawkish —i.e. sesgo hacia implementar una postura monetaria más restrictiva—, ya que destacó la posibilidad de incrementar la tasa de referencia en EU a un ritmo más acelerado.

Powell destacó el mayor crecimiento económico que ha presentado EU, que se ha reflejado en la mayor creación de empleos y en una reducida tasa de desempleo. El presidente del FOMC también se refirió al impacto que podría tener el paquete fiscal aprobado el 9 de febrero sobre el crecimiento económico y señaló que podría afectar al proceso de formación de precios en la economía. Asimismo, Powell argumentó que incrementos adicionales de la tasa de fed funds durante este año implican aún un incremento “gradual” en la postura monetaria del Fed.

En el caso de Banxico, el anuncio del FOMC representa un reto importante para la implementación de la política monetaria en nuestro país. Si bien las últimas presentaciones realizadas por distintos miembros de la Junta de Gobierno parecieran haberse tornado más dovish —i.e. sesgo hacia implementar una política monetaria más laxa—, la postura más restrictiva del Fed podría implicar para Banxico un menor espacio para mantener la tasa de referencia en el nivel actual, pero no necesariamente.

En un ciclo de política monetaria “normal”, un aumento de tasas en EU es una condición suficiente para detonar un incremento de las tasas en México, debido a la importancia del diferencial entre la tasa de fondeo en México y la tasa de fed funds y por la alta participación de los inversionistas extranjeros en bonos de gobierno. En el primer caso, cabe mencionar que Banxico no maneja la tasa de interés de referencia en términos absolutos, sino que, dada la influencia global de EU, sólo fija el diferencial entre la tasa de fondeo de México y la tasa de fondos federales de EU.

Por lo tanto, si el Fed decide subir tasas, prácticamente de manera independiente al ciclo económico y al nivel de inflación en México, el Banco de México “tendría” que mantener el diferencial entre las tasas de interés de ambos países. Ello considerando que de no hacerlo podría presentarse una depreciación del peso mexicano con relación al dólar, que podría propiciar un deterioro de las expectativas inflacionarias.

No obstante, el ciclo monetario que ha implementado Banxico desde diciembre de 2015 ha sido “atípico”, ya que se ha ampliado el diferencial de tasas entre México y EU en 250 pb, en respuesta a los choques tanto externos como domésticos que impactaron la trayectoria del índice nacional de precios al consumidor. En ese contexto, al implementar previamente dicha política monetaria restrictiva, el banco central fue exitoso en anclar las expectativas inflacionarias y acotar la volatilidad de la inflación en nuestro país.

Así, a pesar de una retórica más hawkish por parte del Fed, es posible que Banxico decida implementar sólo un incremento de la tasa de referencia durante el segundo trimestre del año. Hacia delante, y en la medida en que se disipe la volatilidad generada por el proceso electoral y la incertidumbre respecto a la renegociación del TLCAN, habría posibilidades de que dicho banco central tenga espacio para mantener e incluso reducir la tasa de referencia durante la segunda mitad del año.

Economista senior de Grupo Financiero Banorte. Las opiniones que se expresan son responsabilidad exclusiva del autor.

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