Cuántas veces en lo que va del invierno hemos escuchado de alguien que está enfermo. O que mínimo se queja del aire acondicionado, el polvo de la alfombra o de que no hay ventanas en su lugar de trabajo. Esa persona no está exagerando y su edificio la podría estar enfermando.

Texto: Elisa Villa Román

El (en adelante, SEE), es un fenómeno estudiado por la Organización Mundial de la Salud que se caracteriza porque al menos 20 por ciento de sus ocupantes desarrollan de manera simultánea enfermedades en las membranas mucosas (dentro de la nariz, la boca, los pulmones) y en la piel.

La clave para determinar que un edificio está enfermo es que los síntomas desaparecen cuando los afectados no se encuentran en el lugar.

¿Cómo detectarlo?

Los edificios enfermos casi siempre tienen un sistema de ventilación que recibe poco o nulo mantenimiento, por lo que almacena partículas de polvo. Con frecuencia son construcciones ligeras o poco costosas, antiguas y con alfombras. Se mantienen relativamente calientes y las ventanas no pueden abrirse, impidiendo que el aire circule libremente.

¿Qué síntomas provoca?

Generalmente, las molestias se presentan con mayor frecuencia durante la tarde y son más comunes en el sector público que en el privado. Los síntomas incluyen:

● Irritaciones de ojos, nariz y garganta

● Sensación de sequedad en membranas mucosas y piel

● Ronquera

● Respiración dificultosa

● Erupciones cutáneas

● Comezón

● Hipersensibilidades inespecíficas

● Náuseas, mareos y vértigos

● Dolor de cabeza

● Fatiga mental

● Elevada incidencia de infecciones respiratorias y resfriados

Se calcula que tres de cada 10 construcciones modernas alrededor del mundo padecen el SEE.

¿Qué podemos hacer?

Es responsabilidad de los técnicos de mantenimiento conservar limpios los sistemas de ventilación, alfombras y cualquier espacio que pueda almacenar partículas de polvo, bacterias, hongos o ácaros. Sin embargo, algunas acciones del personal de oficina pueden aminorar los efectos negativos de un edificio enfermo.

La que trata las condiciones de seguridad en centros de trabajo (NOM-001-STPS-2008) recomienda que en épocas de ambiente frío la temperatura del aire se mantenga en 22°C y durante épocas calurosas, en 24.5°C procurando que el aire circule libremente.

También es necesario que el ambiente de trabajo favorezca el estado de ánimo de los trabajadores del edificio, pues el estrés empeora los síntomas provocados por el SEE.

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