El equilibrio que una persona es capaz de mantener en su entorno social, emocional y psicológico se llama salud mental . De ella depende la forma en que enfrentamos la vida, nuestros sentimientos y emociones, incluso, puede ser determinante a la hora de tomar decisiones y de relacionarnos con los demás.

Pero en ocasiones hay factores que la alteran, los cuales en ocasiones pueden ser severos y requerir atención especializada. Por ejemplo, la depresión está considerada el padecimiento mental más frecuente. La OMS se estima que para el año 2020 será la segunda causa de discapacidad laboral después de las enfermedades cardiovasculares,

Asimismo, la ansiedad, ocupa el segundo lugar en términos de enfermedades mentales más frecuentes.

Hay situaciones que pueden impactar de manera negativa en la salud mental, por ejemplo, tener una enfermedad crónica como diabetes, hipertensión o algún tipo de cáncer son factores que posibilitan la aparición de algún padecimiento que distorsione la mente, señaló Diana Patricia Guizar, académica de la División de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Drogas y alcohol entre los detonantes

¿Cómo saber si alguien no es mentalmente sano? Por lo general, son personas que no se sienten satisfechas consigo mismas, con baja autoestima, problemas en más de un área de sus vidas (familiar, laboral, pareja).

Son personas que un problema por sencillo que sea, los abruma; magnifican situaciones que cualquier persona pasaría por alto y pueden tener explosiones de ira ante pequeños estresores. Explotan mostrando un gran coraje.

En cambio, la salud mental influye en nuestra capacidad de razonar, de analizar las situaciones y de poder tomar decisiones adecuadas. Si nuestra capacidad de decidir se ve afectada por algún trastorno mental, esto afectará también nuestras relaciones personales.

Si se sospecha que alguien cercano o tú mismo padeces algún trastorno mental, el primer paso es acudir con un psiquiatra que realice una evaluación para determinar si se trata de una patología mental o algo que los especialistas llaman reacción de ajuste, esto es, que después de un evento fuerte para la persona como la muerte de un familiar o un divorcio, se dé este proceso que no es definitivo.

“Todos podemos tener un trastorno mental y eso no nos convierte en malas personas o débiles, al contrario, requiere de una importante fortaleza aceptarlo y acudir a tratamiento”, señala la investigadora. Pero si eres mentalmente sano, tendrás las habilidades para llevar mejor tu vida aún en situaciones complicadas.

Ciencia UNAM, Dirección General de Divulgación de la Ciencia

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