La Palinología es la ciencia que estudia el polen y las esporas, vivos o fósiles. Dentro de la Geología Histórica, la palinología ha contribuido de forma relevante al conocimiento de la historia de la vida en el planeta desde sus orígenes hasta el presente.

En la actualidad, el estudio palinológico del polen coadyuva a la taxonomía de plantas, certificación de la calidad de mieles, estudio de la naturaleza de los contaminantes biológicos (polen alergénico) e investigaciones agronómicas, entre otras utilidades.

Pero la palinología ha ido más allá. Los análisis palinológicos son útiles además para la climatología , estratigrafía, y geología del petróleo. Su desarrollo a través de los años ha sido de gran ayuda en la determinación de los tipos de ambientes y edades en las rocas asociadas a la generación y acumulación de petróleo y gas; de igual forma ha favorecido la exploración de yacimientos importantes de carbón.

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Dichos yacimientos se formaron durante el Mesozoico y Cenozoico Temprano; en el Triásico de Sonora, Jurásico de Oaxaca, Cretácico de Coahuila, y en el Terciario Temprano de Nuevo Laredo y Tamaulipas, refiere Enrique Martínez Hernández, del Departamento de Paleontología del Instituto de Geología de la UNAM .

Los yacimientos de carbón más importantes del territorio mexicano, tuvieron su origen durante el Cretácico en Coahuila, en donde el contenido de polen y esporas indica una dominancia de angiospermas, con representantes de magnolias, ceibas y laureles que proliferaron en un clima tropical-húmedo que prevaleció hace 65 millones de años, en lo que ahora es la región desértica de Coahuila.

Durante el período carbonífero, la diversidad de plantas alcanzó su máximo esplendor y desarrollo, con helechos, equisetos y licopodios gigantescos que ocupaban grandes extensiones de selvas pantanosas cálido-húmedas alrededor del ecuador, en donde la acumulación de restos orgánicos vegetales permitió la formación de los grandes yacimientos de carbón, únicos en la historia del planeta por sus grandes extensiones y por sus potentes espesores.

En ese sentido, las esporas y granos de polen han permitido conocer la evolución de las cuencas carboníferas, así como su edad y tipo de condiciones climáticas en donde se desarrollaron diversos tipos de comunidades vegetales.

Enfermedades asociadas

Al hablar de la palinología no pueden faltan las alergias. Inhalar polen y esporas suspendidas en el aire en ciertas épocas del año, produce reacciones alérgicas en organismos sensibles a estos que presentan síntomas como congestión nasal, estornudos, comezón al interior de la nariz, irritación de ojos y garganta, y en casos graves, puede provocar fiebre y cuadros críticos de asma.

Palinólogos de la UNAM han hecho análisis de las concentraciones de polen y esporas en la atmósfera de la Ciudad de México . De acuerdo con los resultados, la fiebre del heno se presenta sobre todo en épocas de lluvia cuando los granos del polen de gramíneas son abundantes. En algunos casos, los síntomas de la fiebre del heno empeoran por las esporas de materia fecal y basura que hay en el aire.

Con información de Ciencia UNAM, Dirección General de Divulgación de la Ciencia

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