Desde la suspensión de actividades por la pandemia del Covid-19 , los servicios de la Facultad de Odontología (FO) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se detuvieron para 90 mil 270 pacientes , sumando en total el paro de 387 mil tratamientos odontológicos, lo cual puede implicar un deterioro en la salud dental de las personas.

Cada paciente cuenta con uno o más tratamientos, tal es el caso de alguien requiere brackets, sumando varios procesos como lo son la limpieza dental, el retiro de muelas del juicio y, si se requiere, la limpieza ante presencia de caries.

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De acuerdo con el más reciente informe de actividades de la FO, presentado por el maestro José Arturo Fernández Pedrero, se contabilizaron 387 mil tratamientos anuales , de los que 32 mil 250 son ejecutados mensualmente. Las estadísticas comprenden el periodo del 2010-2018 y tomaron en cuenta datos de nueve clínicas periféricas, así como del edificio central y de la división de estudios de posgrado e investigación que forman parte de la máxima casa de estudios.

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El odontólogo Enrique Grajeda Núñez, expuso en entrevista con EL UNIVERSAL que los servicios ofrecidos por la Facultad de Odontología son de los únicos que atienden a la población en condición vulnerable con tratamientos de costos muy bajos,luego que el precio en una clínica privada oscila entre 500 y dos mil pesos.

“Los costos de estos (tratamientos) están subsidiados en las clínicas universitarias por lo que los hacen mucho más accesibles: un 80% a 90% más baratos que un procedimiento convencional , aproximadamente”, detalló el miembro del Consejo Americano de Ortodoncia.

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Así, mientras instituciones públicas como el IMSS o el ISSSTE se encargan de procedimientos preventivos y algunos de tipo restaurativo, la UNAM ofrece trabajos de mayor complejidad como prótesis , endodoncias, tratamientos periodontales, implantes, injertos de encías, intervenciones de ortodoncia o dentaduras completas.

En este contexto, el maestro en biología craneofacial expuso que el hecho de haber mantenido cerradas las clínicas universitarias por tanto tiempo ha causado que difícilmente una gran cantidad de pacientes pudiera recibir esta atención de forma directa .

Después de un año sin seguimiento ¿cómo afecta a mi salud dental?

El especialista en ortodoncia declaró que el bloqueo de estos tratamientos afecta la salud dental de la población en diferentes grados , dependiendo del tipo de intervención que requieran.

Uno de los ejemplos es el avance de una caries y que esta llegue a dañar el nervio, “lo que los llevaría a requerir un procedimiento mucho más costoso , como lo sería una endodoncia o una corona, o inclusive la pérdida misma del diente, disminuyendo la capacidad masticatoria del paciente”.

En lo referente a los tratamientos de ortodoncia pausados , Grajeda Núñez mencionó que implicarían daños posibles en las raíces de las piezas dentales. “Los frenos y los braquets pueden causar problemas importantes en los huesos”.

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La interrupción de los mismos puede tener otros efectos graves. En el caso del cáncer bucal -ahondó el experto- el cual “es relativamente frecuente en la población mexicana, que si se detecta a tiempo el pronóstico de recuperación es muy bueno, pero si la ulceración avanza en el tejido de la cavidad bucal los labios o la lengua puede provocar un problema que no tenga remedio y termine en la muerte del paciente” ahondó.

“Se recomienda que lo s pacientes visiten al dentista dos veces al año , ya que se contempla que cada consulta al semestre, si se trata de una persona sana, evita que las lesiones profundicen y continúen avanzando”, advirtió el doctor.

Pandemia provoca crisis educativa en clínicas universitarias

Está por cumplirse un año desde que se implementaron las medidas de confinamiento por la emergencia sanitaria del Covid-19. Desde el 23 de marzo del 2020, las clínicas de la FO suspendieron todas sus actividades, afectando no sólo el curso efectivo de los tratamientos de los pacientes, sino que impactó también en la formación académica de los estudiantes de odontología , para quienes la práctica es esencial.

“La de estudios teóricos: Esto ha causado una edad de crisis educativa en las clínicas universitarias”, advirtió el especialista, ya que pese a que actualmente ya cuentan con los protocolos de bioseguridad, no pueden implementarlos por la falta de recursos económicos, lo que impide las modificaciones en la infraestructura para controlar los aerosoles generados durante la atención al paciente.

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Este problema, aseguró el doctor, impacta tanto a las universidades públicas como privadas , pues el primer grupo depende de los presupuestos de los estados, mientras que el segundo de estos requiere de las colegiaturas de los estudiantes, pues de esta manera subsidian sus gastos y en la actualidad “se están cobrando cuotas al estudiante del mismo modo que cuando asistían a clases presenciales sin obtener los mismos conocimientos, por lo que están dándose de baja”.

Todo esto dificulta la inversión en una nueva infraestructura idónea para evitar la propagación del virus del SARS-CoV-2 dentro de su entorno, lo que traerá como consecuencia la pérdida de generaciones de nuevos odontólogos , ya que sólo un 30% de ellos continúan con el desarrollo de sus estudios , provocando “una crisis académica muy profunda”.

En este contexto, el catedrático de la UNAM recalcó la importancia de acudir al odontólogo y exhortó a la población a confiar en su dentista, pues todos están tomando la mayor de las precauciones “ya que al momento que el odontólogo trabaja seguro , se están protegiendo a sí mismo”, por lo que “la gente debe seguir acudiendo al dentista para prevenir que estos problemas se hagan mucho más grandes, pues la salud dental está directamente relacionada con el buen mantenimiento de la salud general”.

Grajeda Núñez agregó que pese a que las autoridades sanitarias han declarado que ya se ha contemplado a la comunidad odontológica dentro de las próximas jornadas de vacunación, no se les ha dado una respuesta clara ni de forma escrita en la que se establezca que forman parte de los 11 subgrupos a considerar en la fase dos, pues esta especialidad también forman parte del personal de salud de alto riesgo .

acmr