El frijol es la legumbre de mayor consumo en México; compone en promedio 36% de la ingesta diaria de proteínas de nuestra población.

Su cultivo ocupa el segundo lugar en superficie a nivel nacional, aunque en los últimos años ha disminuido, en gran parte, por las drásticas variaciones ambientales ocasionadas por el cambio climático . Las lluvias más intensas durante el tiempo de cultivo, por ejemplo, han facilitado la aparición o el aumento de algunas enfermedades y plagas.

Según Claudia Díaz Camino, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM , existen distintos virus que infectan al frijol y que provocan diversas enfermedades. A nivel mundial, el frijol puede ser afectado por más de 20 especies virales .

Malformación y otras afectaciones

El virus que estudia Díaz Camino y su equipo de trabajo, es el “virus del moteado clorótico de frijol” , el cual provoca, entre otros síntomas, el amarillamiento del follaje, la malformación de hojas, enanismo, baja producción de semilla, y en casos severos, el marchitamiento de la planta completa.

Este virus es transmitido, como muchos otros, por insectos “chupadores” de hojas (algunas especies de escarabajos, como Cerotoma trifucata)). A nivel mundial, el “virus del moteado clorótico de frijol” adquiere gran relevancia, pues es capaz de atacar severamente a cultivos de soya, provocando grandes pérdidas económicas.

En el laboratorio de la científica se busca obtener variedades de frijol que produzcan altas cantidades de la proteína Nodulina 22, pues con ello quizá se puedan proteger a los cultivos de frijol o de soya, no de la infección viral, pero sí de sufrir su intensa sintomatología, y de esta forma, evitar pérdidas monetarias.

La Nodulina 22 es una proteína de respuesta a choque térmico que se acumula en la planta cuando se expone al calor. Esta proteína protege a otras que están siendo apenas sintetizadas.

Erradicar a los escarabajos responsables

Hasta ahora, dijo, la estrategia utilizada para erradicar el virus ha consistido en tratar de disminuir a las poblaciones del agente transmisor del virus, esto es, a los escarabajos que se alimentan del follaje de las plantas.

Sobre si es viable consumir la leguminosa infectada, la especialista mencionó que para la planta, el ataque de este virus puede provocar grandes daños, incluso la muerte; para el consumidor de frijol no representa daño alguno.

De hecho, en una planta infectada con “virus del moteado clorótico de frijol”, éste no se transmite a la semilla, por lo que puede consumirse si su calidad, forma y tamaño, es aprobada.

Este virus, al ser transmitido por un insecto, infecta al cultivo de frijol o de soya estacionalmente, en general, cuando las plantas son jóvenes.

Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM

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