Un diente con la incrustación de una piedra preciosa de más de cinco siglos o las técnicas de cocido con las que se realizaron algunas vasijas prehispánicas , entre otras piezas arqueológicas, son la principal materia de estudio de un grupo de científicos del Departamento de Física Aplicada en el Cinvestav Unidad Mérida.

Con técnicas como difracción de rayos X o dispersión de energía de este tipo de rayos los científicos del Cinvestav ayudan a conocer la estructura y composición elemental de los materiales que son rescatados por arqueólogos que trabajan en la Península de Yucatán, a fin de poder identificar si los materiales fueron extraídos de la zona o fueron parte de un intercambio comercial entre diversas culturas.

Asimismo, la microscopía electrónica o la de fuerza atómica son de gran utilidad para saber la superficie morfológica de los materiales. En estas técnicas se ha especializado Andrés Iván Oliva Arias, investigador del Departamento de Física Aplicada del Cinvestav Unidad Mérida, quien ha colaborado con un grupo de arqueólogos en el estudio de materiales empleados por la cultura maya .

De hecho, sus contribuciones han ayudado a determinar a quién pertenecieron algunos restos humanos encontrados. Una de las colaboraciones que más impactó al investigador fue realizar fue el estudio de una muestra de un diente donde estaba incrustado una piedra preciosa, con el cual se determinó que la gema fue colocada gracias a una herramienta giratoria similar a un taladro.

“¿Cuál pudo ser esa herramienta? Es evidente que emplearon una madera dura y una maquinaria similar a un taladro para hacer un desgaste exacto del diente e incrustar la piedra. Eso demuestra que esos pobladores tenían un alto nivel de conocimiento”, sostiene Oliva Arias.

También, para entender la estructura cristalina del material utilizamos la difracción de rayos X, los cual nos permite ver cómo se comporta un haz de luz en los primeros planos cristalinos del material, e identificar si el ordenamiento es cúbico o hexagonal, con lo que se puede saber la técnica con la que fue preparado el material cerámico.

Otro de los procesos con los que ha colaborado en el estudio de materiales es a través de técnicas como la dispersión o fluorescencia de rayos X, con las que a través de un haz de electrones sobre la superficie a analizar se capturan las señales que, al hacer la interpretación, es posible determinar la composición elemental que tiene la superficie del material.

De esa forma se ha determinado si una pieza de cerámica tiene carbón, fierro, zirconio o rubio, entre otros elementos, incluso se puede cuantificar la cantidad los elementos traza (presentes en una muestra que posee una media de concentración menor de 100 partes por millón) de las muestras estudiadas.

Esta información resulta de mucha utilidad para los arqueólogos debido a que sabiendo las características del material es posible saber si fue elaborado en la zona donde se encontró o fue parte de un intercambio entre comunidades, lo que resulta de gran ayuda para los arqueólogos en la obtención de datos contundentes que pueden ayudar a entender más cómo fue la vida de esas culturas.

jpe

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