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El consumo del sector privado, uno de los principales motores de la economía mexicana, retrocedió 0.3% durante el cuarto trimestre de 2018 respecto al periodo inmediato anterior, contribuyendo de esta forma a la desaceleración del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre del año pasado.

La contracción del consumo privado en los últimos tres meses de 2018 es la más fuerte cuando menos desde el tercer trimestre de 2014, y se debió principalmente a una disminución de la compra de bienes duraderos de origen nacional e importado. Por el contrario, la demanda privada de servicios nacionales se mantuvo en terreno positivo.

Por su parte, el consumo del gobierno, que representa apenas 17% del privado, se mantuvo prácticamente sin cambios en ese periodo, luego de que en el tercer trimestre había registrado una caída de 1.7%.

Otro factor que ha contribuido al pobre desempeño de la economía al cierre del año pasado fue la contracción de la formación bruta de capital fijo, relacionada con la inversión pública y privada destinada a la adquisición de maquinaria y equipo de origen nacional e importado, así como el gasto en construcción.

Durante el periodo septiembre-octubre del año pasado, la formación bruta de capital fijo registró una caída de 2%, con lo que acumula tres trimestres consecutivos a la baja. Mientras que la inversión del sector público reportó una disminución de 7.7%, la más fuerte desde los primeros tres meses de 2017; la del sector privado, que concentra más de 85% del total, se redujo 1% en el último trimestre de 2018.

Asimismo, las exportaciones de bienes y servicios, otro componente importante de la demanda global, registró una merma de 0.1% al cierre de 2018, con lo que acumuló dos trimestre consecutivos a la baja.

De esta forma, la demanda global de bienes y servicios en México creció 0.5% en términos reales en el trimestre octubre-diciembre de 2018 respecto al trimestre inmediato anterior, con base en series ajustadas por estacionalidad, tasa inferior a 1.1% reportado en el segundo trimestre del año pasado.

El avance de la oferta de bienes y servicios se debió a los aumentos de 0.2% en el PIB y de 1.8% en las importaciones de bienes y servicios en términos reales en el cuarto trimestre del año pasado frente al trimestre previo. Con estos resultados, durante 2018 la economía mexicana reportó un crecimiento anual acumulado de 2%, la tasa más baja de los últimos cinco años.

Destaca, además, el pobre desempeño de la formación bruta de capital fijo público y privado, que durante todo el año pasado reportó un incremento anual acumulado de apenas 0.6%, que si bien es superior a la caída de 1.6% registrado un año antes, sigue siendo el aumento más bajo de los últimos cinco años.

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