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El 18 de noviembre de 2011

inició la primera edición de El Buen Fin.

Este año se realizará la séptima versión de esta iniciativa empresarial y los datos muestran que sus ventas se han más que duplicado (+150%) de 2011 a 2016, al pasar de ventas de 39 mil 800 millones de pesos a 89 mil 600 millones de pesos, de acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Economía.

Hoy el objetivo de El Buen Fin es capturar ingresos por 100 mil millones de pesos del 17 al 20 de noviembre de 2017; esta cifra representará un incremento de 11.6% en comparación con las ventas de 89 mil 600 millones de pesos de la edición de 2016.

¿Cuál es la dimensión del Buen Fin?

El Buen Fin genera ingresos más que todo lo vendido por Grupo Comercial Chedraui en un año. En 2016, dicha cadena de tiendas de autoservicios tuvo ventas por 88 mil 500 millones de pesos, mientras que El Buen Fin tuvo mil millones de pesos adicionales.

Y cuando se habla de Comercial Mexicana, El Buen Fin es casi seis veces su tamaño, aunque se entiende por la reciente venta de sus tiendas.

Comparado con las ventas de Walmart y Soriana, El Buen Fin queda corto. Walmart de México y Centroamérica tiene ventas por más de 500 mil millones de pesos anuales, cinco veces más que El Buen Fin, y Soriana vende 149 mil millones de pesos anuales, 60 mil millones de pesos de diferencia.

Los retos

El reto para la séptima edición de El Buen Fin será enfrentar un entorno de desaceleración influenciado por los recientes sismos de septiembre, el impacto de una inflación de 6.35% a septiembre de este año y comparativos más difíciles para las ventas en la última parte del año.

Los analistas han expresado su cautela por un posible freno en el consumo tras los sismo de septiembre, ya que la compra de bienes duraderos podría registrar un impacto, mientras que una burbuja podría inflar a corto plazo la ventas de bienes de consumo como alimentos, bebidas y medicamentos, pero a largo plazo representar un menor consumo.

La incertidumbre frente a las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un tipo de cambio peso-dólar inestable, que si bien favorece a las remesas en su punto alto, aunque llega a encarecer ciertos productos importados, ha mostrado una constante volatilidad este año.

Por si fuera poco, no todas las tiendas que participan en El Buen Fin son beneficiadas. De acuerdo con el Inegi, el 46% de las empresas de comercio al por menor participantes en la iniciativa de 2016 disminuyeron sus ventas o permanecieron sin ningún beneficio en comparación con el mismo periodo del año anterior.

“La Alianza Nacional de Pequeños Comerciales (Anpec) invita a los consumidores mexicanos que no se dejen engañar, eviten comprar por impulso cosas que ni necesitamos. Estamos en un momento de ahorro y tener cuidado con nuestro gasto”, expresó el organismo que representa a las tradicionales tienditas de esquina en México.

¿Qué comprarán los mexicanos?

Pese a las advertencias y los factores en su contra, una de las interrogantes es si los mexicanos mantendrán sus compras durante El Buen Fin. Y si es así, ¿cuáles serán los productos más demandados en el mercado?

En las últimas ediciones de El Buen Fin, las pantallas, línea blanca, electrodoméstico, ropa, telefonía, computadoras y tabletas, fueron los productos artículos con la mayor demanda.

Hasta ahora, El Buen Fin ha alcanzado sus metas de crecimiento en ventas, aunque tampoco ha tenido escenarios fáciles por vencer. La séptima edición no es un reto ganado.

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