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La apreciación del peso frente al dólar contribuyó a que el Producto Interno Bruto (PIB) por habitante en México repuntara durante el segundo trimestre del año.

El indicador se ubicó en 9 mil 74 dólares por persona entre abril y junio de 2017, cifra 4.3% superior al reportado en el mismo periodo de 2016, su primer incremento anual desde el tercer trimestre de 2014, de acuerdo con cálculos realizados con información del Inegi y del Banco de México.

Durante el segundo trimestre del año, el tipo de cambio del peso frente al dólar registró una contracción de 5.9%, lo que contribuyó para que el PIB por habitante se ubicara por arriba de 9 mil dólares por persona.

El PIB por habitante pondera la riqueza generada por un país en un año con relación al tamaño de su población. Se calcula en dólares para comparar su comportamiento con otras naciones.

Con este repunte, el PIB per cápita de México vuelve a superar al de Brasil, que el FMI estima en 8 mil 727 dólares por persona.

El mantenimiento del indicador en México dependerá no sólo de la volatilidad cambiaria, sino también del dinamismo de la economía mexicana en lo que resta del año.

Crecimiento económico. En el segundo trimestre, la economía mantuvo el ritmo de crecimiento impulsado por el dinamismo del sector servicios, principalmente.

Con base en cifras originales, el PIB reportó un incremento a tasa anual de 1.8% en términos reales. Este crecimiento estuvo en línea con el estimado por los analistas y el dato preliminar al anunciado el pasado 31 de julio por el propio Inegi.

Con este resultado, el PIB alcanzó un incremento anual de 2.3% en los primeros seis meses del año, tasa inferior a 2.4% reportada en el mismo periodo de 2016, lo que muestra un ligero menor dinamismo del crecimiento de la economía en la primera mitad de 2017.

El dato de crecimiento económico, si bien resulta menor que el registrado en el primer trimestre (2.8%), resalta la resiliencia de la economía mexicana, sobre todo del sector comercial y manufacturero, explicó Janeth Quiroz, analista económica de Grupo Financiero Monex.

La actividad económica en el segundo trimestre estuvo influenciada por el dinamismo de la demanda interna, el menor dinamismo de la producción manufacturera y la caída de la construcción derivada del esfuerzo de consolidación fiscal llevado a cabo por el gobierno federal, comentó Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte-Ixe.

Por sectores, las actividades industriales reportaron un retroceso anual de 1.1% durante el segundo trimestre del año, cifra que contrasta con el crecimiento de 0.5% reportado en el primer trimestre. Este resultado fue responsabilidad del sector minero, que reportó una caída de 8.5%, debido al desplome de la producción petrolera principalmente.

La industria de la construcción registró un retroceso anual de 1.5% en el segundo trimestre del año, contrario al crecimiento de 1.5% reportado en el primer cuarto del año.

Las manufacturas registraron un crecimiento de 2%, tasa inferior a 5.2% alcanzado en los primeros tres meses del año.

El sector agropecuario tuvo un incremento de 0.7% en el segundo trimestre, respecto al mismo periodo de 2016, tasa inferior a 6.4% alcanzado en el primer trimestre.

El sector terciario, que comprende las actividades del comercio, transporte y servicios, se constituyó en el segmento más dinámico de la economía, con un crecimiento a tasa anual de 3.2% en el segundo trimestre, aunque inferior a 3.7% reportado de enero a marzo de 2017.

Cifras ajustadas e IGAE. Con datos ajustados por estacionalidad, el PIB registró un aumento de 0.6% en términos reales durante el trimestre abril-junio de 2017 con relación al trimestre inmediato anterior. Con ello, la actividad económica presentó un crecimiento de 2.3% a tasa anualizada, menor a 2.7% observado en el primer trimestre del año.

El PIB de las actividades terciarias subió 0.8% en términos reales; mientras que el de las actividades primarias se redujo 1.9%. Las secundarias o industriales no mostraron variación frente al trimestre previo.

Desde una perspectiva de corto plazo, la actividad económica mejoró a finales del segundo trimestre. Medida por el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE, un aproximado mensual del PIB) creció 2.4% anual en junio, tanto sobre la base original como sobre la serie ajustada por estacionalidad. Sobre esta última base, su ritmo de expansión mensual se aceleró al pasar de 0.2% en mayo a 0.5% en junio.

Así, la desaceleración del PIB refleja la debilidad observada hacia el final del primer trimestre y al comienzo del segundo, al tiempo que se destacó una mejoría importante del IGAE en junio.

Eduardo González, analista económico de Citibanamex, mantuvo su previsión de que la tendencia ascendente del crecimiento anual del IGAE se revertirá durante el tercer trimestre del año, ante la desaceleración observada de la demanda local.

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