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La falta de acceso al crédito y medidas de gobierno que impulsen la renovación vehicular ocasionan que la demanda de camiones y autobuses estuvo 30% por debajo de su potencial de mercado entre 2013 y 2016, según un estudio de la UNAM.

La Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) y la UNAM presentaron un estudio sobre el Potencial de mercado de vehículos comerciales y pesados, y su relación con la estructura económica mexicana, el cual arrojó que en 2017 el mercado de vehículos comerciales y pesados tiene un potencial máximo de venta de 98 mil 200 unidades y un potencial base de 89 mil 607 unidades.

Sin embargo, es necesario crear herramientas financieras, públicas y privadas, que permitan a las unidades económicas invertir en la adquisición o renovación de vehículos comerciales o pesados.

Miguel Elizalde, presidente de ANPACT, dijo que las micro y pequeñas empresas son las que representan más de 90% de la población objetivo que podría adquirir vehículos comerciales y pesados, pero son justo estas empresas las que presentan mayores problemas para acceder a crédito o tener un flujo de ingresos suficientes para invertir.

El estudio encontró que la población con mayor interés en comprar un camión o autobús fueron las empresas de los siguientes sectores: transporte terrestre de pasajeros, excepto ferrocarril; comercio, autotransporte de carga, industria alimentaria, actividades legislativas gubernamentales y de impartición de justicia, fabricación de maquinaria y equipo, fabricación de equipo de computación, comunicación y de medición; servicios profesionales, científicos y técnicos; servicios de reparación y mantenimiento, y fabricación de prendas de vestir.

Mientras que las empresas medianas y grandes representan menos del 10% de la población objetivo, pero son las empresas que frecuentemente tienen acceso al crédito y flujo de ingresos suficientes para invertir.

“En 2017, al menos el 80.7%, es decir, 4 millones 146 mil 444 de las unidades económicas o establecimientos, podrían, dada su actividad económica, requerir un vehículo comercial o pesado”, agregó Elizalde.

De enero a octubre, las ventas de camiones y autobuses alcanzaron las 33 mil 257 unidades, lo que comparado con las 33 mil 716 comercializadas durante el mismo periodo del año pasado significa una baja de 1.4%.

El estudio recomendó diseñar esquemas de crédito que permitan dar tasas de interés más accesibles, pues las tasas de crédito para adquirir vehículos pesados en algunos casos alcanzan 20%, cuando para comprar un auto son de 14% las más altas.

Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, dijo que hace falta avanzar en la capacitación y profesionalización de las pequeñas empresas para que puedan ser sujetos de crédito.

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