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Washington.— Si gana el candidato puntero de las encuestas por la Presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, habrá una transición suave y ordenada, y con una economía en crecimiento, destacó el Instituto Internacional de Finanzas (IIF).

El economista en jefe para América Latina, Martín Castellano, y la economista senior, María Paola Figueroa, aseguraron que no están previendo un escenario catastrofista ni recesión o un rumbo similar al de Venezuela y Brasil si las elecciones se las lleva el aspirante presidencial de Morena.

En entrevista con EL UNIVERSAL, señalaron que el proceso electoral despierta cierta incertidumbre porque es la primera vez que participan candidatos independientes en un sistema comparado con otros países en donde no hay segunda vuelta.

“No lo tenemos en el escenario [catástrofe económica o una situación similar a Venezuela]; hay que ver lo que pasa con la economía y la inflación”, dijo Martín Castellano.

Hizo ver que es temprano para tener una visión general, porque la campaña recién arrancó, y que lo que se ha visto en México es que el último tramo es definitorio, con lo cual está abierto el escenario electoral.

Para Martín Castellano el nuevo presidente debe ser pragmático y con iniciativa para llevar adelante sus propuestas, tomando en cuenta cómo está en estos momentos México y todas las restricciones que va a tener.

“Los mercados van a estar muy atentos de todas las señales que muestre el nuevo presidente y apreciarán que sea pragmático”, dijo.

Pragmatismo significa adaptarse a los cambios y no cegarse por una ideología, y tener opciones de hacer modificaciones, explicó.

Ante ello, se deben tener soluciones concretas y sostenibles a los retos que enfrenta la economía mexicana aprovechando el capital político, dijo.

Uno de los principales desafíos en la historia para México es tener una tasa de crecimiento económico más alta en un entorno de estabilidad de precios y financiera, destacó.

Enfatizó que en México se han dado cambios en el pasado, si bien hay incertidumbre cuando hay un cambio de manos en el gobierno, no ha habido factores disruptivos.

Lo que ayuda es que México es una economía abierta a movimientos y flujos comerciales, así como al capital externo. Eso hace que la política económica sea cuidadosa, por eso los cambios no han sido traumáticos.

Figueroa mencionó que tenían en cuenta un crecimiento muy moderado para México. “Seguíamos viendo que el crecimiento continúa moderado, pero no vemos una desaceleración marcada”, dijo.

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