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La industria nacional de lácteos insiste en que en la modernización del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM) se incluyan acuerdos para que se puedan seguir usando usar los nombres de quesos como manchego, feta y parmesano.

El presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec), Miguel Ángel García Paredes, explicó que los europeos permitirán el uso del nombre de ocho tipos de quesos: gouda, mozarella, edam, provolone, brie, camembert, emmental y pecorino.

Sin embargo, el equipo negociador europeo se opone al uso de otros 10, entre ellos el manchego, parmesano, feta, gruyere, gorgonzola, fontina y asiago, a pesar de que los quesos hechos en México no tienen nada que ver con ellos.

“Tenemos evidencia de sobra y queremos hacerle ver a Europa que no usamos esos nombres de manera mañosa, sino que se usa el nombre desde hace años. El queso manchego es diferente al de España, para el que se busca protección. El de México es de leche de vaca y el de España es de oveja manchega. El mexicano tiene maduración de un mes, el europeo de hasta un año: no hablamos de un mismo producto”, expuso.

Por ello, confió en que la industria láctea ya entregó al gobierno mexicano las pruebas para que se permita usar nombres de quesos europeos.

Se espera que en la visita de trabajo del subsecretario de Comercio Exterior, Juan Carlos Baker, a la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, se avance en el tema antes de que acabar el mes.

Durante un foro sobre las perspectivas para el mercado de los lácteos, García Paredes dijo que “Europa quiere una apertura indiscriminada al mercado mexicano en todo tipo de lácteos. Planteó la defensa y uso exclusivo de 58 tipos de quesos a través de indicaciones geográficas”.

Sin retórica. Aunque el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tiene áreas que se pueden mejorar, no es válido usar la retórica del gobierno de Estados Unidos ni los “discursos apocalípticos”, aseguró el asociado del Centro de Desarrollo Internacional de la Universidad Harvard, Dany Bahar.

El acuerdo no fue tan benéfico para los estadounidenses, como sí para los mexicanos, porque por primera vez experimentaron la apertura comercial, mientras que en el vecino país ya las conocían. Pero, a pesar de ello, el tratado trajo beneficios para todos, dijo.

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