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En un año como el actual, de numerosos riesgos al alza para la inflación, no es posible dar nada por hecho, advierte la subgobernadora del Banco de México (Banxico), Irene Espinosa Cantellano.

Hay que actuar de manera oportuna y firme para seguir bajando la inflación, porque es el impuesto que más daña a los pobres, afirma.

Ilustra que sin las acciones de política monetaria para contener el alza de precios al consumidor, habría más costos sociales y económicos.

La primera mujer en ocupar un lugar en la Junta de Gobierno del banco central mexicano dice que serán vigilantes de los determinantes de la inflación para lograr que retome su tendencia descendente hacia la meta de 3% en el primer trimestre de 2019.

En entrevista con EL UNIVERSAL, en sus oficinas en el segundo piso del edificio sede del instituto central en la calle 5 de Mayo, la economista muestra más su preocupación por el combate a la inflación, como una inclinación que tiene por el bienestar.

Dice que con su llegada a Banxico no pretende administrar lo que hay, sino a dar más para seguir anclando las expectativas inflacionarias.

Al mismo tiempo, tiene interés en ser más que aliada en equidad: Será impulsora, como lo hace el Banco de México, con jornadas de igualdad laboral y no discriminación.

Irene Espinosa Cantellano es una mujer de quien se conoce poco, y se le identifica más como la Tesorera de la Federación o la hermana de la excanciller Patricia Espinosa. Sin embargo, detrás de ello hay mucho trabajo desde Banamex, Conacyt, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y la academia.

“Hay que mantener a raya la inflación”, pide la primera mujer en Junta de Banxico
“Hay que mantener a raya la inflación”, pide la primera mujer en Junta de Banxico

Los riesgos

Sobre el comportamiento de la inflación, pondera que los últimos dos incrementos de la tasa de inflación muestran el compromiso del banco a mantener una inflación baja.

Ello sin dejar de considerar que no existan choques externos, como se presentaron el año pasado, por ejemplo en el caso de los aumentos en los energéticos y también choques en algunos productos agrícolas.

“En este momento no se prevé que existan este tipo de cuestiones, y pensamos que manteniendo la política monetaria como la tenemos ahora se va a lograr ir reduciendo el ritmo de la inflación; claro, hay algunas cuestiones, incluso aritméticas, quisiéramos que la inflación baje más rápido de lo que se ve”, establece.

Señala que esos efectos aritméticos se dieron por aumentos abruptos por los choques externos el año pasado, por energéticos en especial el gas LP y algunos precios agrícolas que aumentaron por eventos climatológicos en Estados Unidos

Pero si bien el FMI prevé una reducción de la inflación al primer trimestre de 2019 para lograr la meta de 3%, más que obstáculos hay riesgos.

Algunos tienen que ver con la volatilidad del tipo de cambio, relacionada con variables externas, como la forma en que aterrizará la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y una reacción más rápida a lo esperado en la política monetaria de Estados Unidos.

También lo que suceda del proceso electoral de julio próximo, porque si bien no es posible saber la magnitud (de la volatilidad), conforme se materialicen estos riesgos, asegura que la Junta de Gobierno reaccionará.

Por supuesto, no deja de mencionar el efecto por los precios del petróleo o alguna cuestión en política comercial en otros países, como ya se observó cuando se anunció el tema de los aranceles al aluminio y acero.

“Hoy sabemos que como país estaríamos exentos de ello; sin embargo, este tipo de variables puede hacer que existan riesgos a la alza para la inflación y, por supuesto, si hubiera un choque climatológico que afecte bienes agrícolas que son los que vemos en la inflación no subyacente”.

Cara a cara

Ahora que está de lleno en el combate a la inflación en una institución que dice goza de enorme credibilidad, Espinosa Cantellano, alerta que no pueden confiarse pese a que el indicador evoluciona según lo esperado.

“Tenemos un reto importante, estoy muy contenta de estar en una institución como el Banco de México, institución con enorme credibilidad; uno de los puntos más importantes es que el banco nunca ha abandonado ni ha olvidado su mandato Constitucional de mantener la estabilidad de precios, entonces estamos con todos los elementos para atenderlo”, dice

Para el caso de la inflación, indica que preocupan los determinantes y más ahora que los hechos ocurren prácticamente ya, minuto a minuto.

“Lo que es primordial en esta función que estoy ahora, es que no podemos tener nada por garantizado y estar vigilantes momento a momento sobre cuáles son las circunstancias, y tener la capacidad de reaccionar de manera oportuna y firme”, advierte.

Lo anterior se acentúa más en un año en el cual hay riegos al alza, y reitera que seguirán muy vigilantes.

Ello independientemente de que no se prevé algún tipo de cuestiones graves que pudieran disparar la inflación, pero menciona que hay otras situaciones que pueden hacer cambiar la dinámica, como la volatilidad en los mercados internacionales.

Como ejemplo, señala que en febrero se observó una enorme volatilidad y los mercados empezaron a reaccionar a la expectativa de que Estados Unidos ajustara su política.

“No se prevén tampoco por su propia naturaleza cuestiones como choques en precios agrícolas, que son un poco previsibles; por todo lo demás, la verdad es que sí tenemos una perspectiva menos riesgosa que el año pasado, no se ven presiones por el mercado laboral que pudieran generar presiones inflacionarias; no vemos una situación de alarma”, detalla.

Lejos de la estratósfera

De la relación entre política monetaria y la actividad económica en un contexto de dos años con alta inflación y su impacto en la pobreza, la subgobernadora considera que es un tema filosófico fundamental.

“El tema del balance entre la política monetaria, el crecimiento y la desigualdad, la verdad es que el mandato de estabilidad de precios, es justamente para reducir la pobreza, porque el tener un ambiente inflacionario, es uno de los impuestos más regresivos que existe”, advierte.

Por eso, establece que en la medida en el que banco insista y cumpla con la estabilidad de precios, lo que hace es proteger y consumando el precepto del bienestar social, sobre todo con las clases menos privilegiadas.

Se piensa que sólo por el camino del crecimiento económico se atiende la pobreza. Pero, en su opinión, hay otros que son concurrentes.

Le emociona hablar del tema porque como economista confiesa que tiene inclinación por la ciencia social y por el tema del bienestar social.

Está convencida de que hay políticas complementarias que pueden ser más potentes directamente en la reducción de la pobreza; en el largo plazo, si el banco no estuviera conteniendo el crecimiento de los precios se generaría inflación, y habría mucho más costos sociales y económicos.

El tiempo en el que funciona la política monetaria es más largo, pero en el corto plazo, hay otras políticas más por el lado fiscal, que pueden ayudar a complementar para que en el corto plazo se tengan algunos impactos.

Por eso, apunta la importancia de esas dos dimensiones: una política monetaria que trabaja como en los “discos de antes, en LP”, mientras que la política fiscal puede trabajar más en “45 revoluciones”.

Crecimiento vs política monetaria

No obstante, Espinosa Cantellano dice que tampoco se afecta toda la actividad económica, porque si bien la política monetaria tiene un impacto en el corto plazo sobre las tasas, a pesar de que ha aumentado la tasa de interés de referencia, los réditos a largo plazo no han subido tanto.

Es decir “que a pesar de que en el corto plazo sí han aumentado las tasas, el sector productivo y el financiero no esperan que sea un efecto permanente, y le dan valor diferente a sus inversiones de largo plazo”, explica.

Esto ha hecho, “como se dice en el argot local, que se ha aplanado la curva”, dice, porque las decisiones de política han afectado más a las tasas de interés de corto plazo, y las de largo plazo se han mantenido constantes.

Y, ¿quién es ella?

“Nací en la Ciudad de México, soy la hija número seis de una familia de seis hijos. Mi padre, de Guanajuato, y mi madre de la Ciudad de México”.

“Hay que mantener a raya la inflación”, pide la primera mujer en Junta de Banxico
“Hay que mantener a raya la inflación”, pide la primera mujer en Junta de Banxico

“Los dos siempre fueron servidores públicos. Mi papá trabajó toda su vida en el sector público en la Secretaría de Hacienda y en bancos de desarrollo, y mi mamá maestra normalista que siempre trabajó en escuelas de la SEP y ya se jubiló”, dice.

Refiere que todos sus hermanos y hermanas tuvieron una educación privilegiada y siempre los impulsaron a buscar la excelencia.

En su familia hay cuatro hermanas y dos hermanos; uno de ellos es el único que no participa en el servicio público, agrega, pues tiene su despacho de abogados.

“Para mí, el trabajo en el servicio público no sólo ha sido mi gusto, sino mi pasión. Me encantó mi carrera; he tenido la fortuna de poderme desempeñar en la carrera y de tener el apoyo para poder hacer cosas”, afirma.

Descubriendo la Economía

Espinosa Cantellano estudió en el Colegio Alemán y siempre le gustaron las matemáticas. Dice que su encuentro con la Economía fue fortuito. Cuando estaba por salir de la preparatoria, alguien le contó del ITAM, institución que le gustó porque en aquél entonces era relativamente pequeña; vio los programas y revisó currículums de los maestros para convencerse de que ahí quería estudiar.

Entre sus compañeros en el ITAM estaban Florencio López de Silanés y Lorenza Martínez; y de maestros a Agustín Carstens y Francisco Gil Díaz.

A Carstens ya lo conocía desde el Colegio Alemán. “Le he pisado los talones, porque primero ahí (Colegio Alemán), y luego en el ITAM daba clases; depués él estaba en Washington en el Fondo Monetario y me fui a Washington al BID; ahora que se fue él a Basilea, yo llegué acá (Banxico)”.

De Palacio a 5 de mayo

Recuerda el día en que le plantearon que sería propuesta para ser la primera subgobernadora del Banxico.

“Me lo comunicó el secretario (de Hacienda), José Antonio González Anaya, en el momento en que decidió de que fuera Alejandro Díaz de León el gobernador, y que iba a quedar vacante la subgobernatura”, relata.

Fue en diciembre de 2017, en una primera reunión exploratoria: “Hay esta opción, cómo verías; y yo, la más encantada, la más feliz, un enorme honor, y dije: ‘estaría encantada’”.

Luego, en enero pasado, una semana antes de la toma de protesta, el secretario de Hacienda le dijo que el Presidente ya había tomado la decisión y, que si ella estaba de acuerdo, se mandaría el nombramiento.

Una semana después, Irene Espinosa ya estaba en el Congreso compareciendo y al ser ratificada, en seguida rindió protesta.

Vida familiar

Irene es madre de dos hijas, de 22 y de 24 años de edad, que siempre la han apoyado e impulsado.

“Para mí, como mamá, en vez de que sea una presión o carga, ellas siempre han sido impulsoras y me parece que también por esto que yo recibo de su apoyo, me parece importante el compartirles lo que uno va viviendo en el día a día, porque a veces piensan que nuestra vida de adultos o es muy fácil o muy difícil”, dice.

Confiesa que en cierta forma es workaholic o adicta al trabajo, porque le apasiona lo que hace, pero también disfruta a su familia y el descanso.

Su trayectoria

Al hablar sobre lo que ha hecho en su vida laboral, admite que para llegar a los cargos que ha desempeñado hay detrás mucho trabajo.

Hizo el servicio social en Banamex, en el área de estudios económicos. “Fue empezar desde la base, llevaba las cifras de finanzas públicas, tenía que ir de aquí del Palacio de Iturbide caminando a Palacio Nacional, para recoger las cifras mensuales”, dice.

Su trabajo era capturar cifras en una computadora vax, y fue escalando y ganándose la credibilidad de sus jefes con su trabajo; uno de ellos era Alberto Gómez Alcalá, en Banamex.

De ahí, se fue al Conacyt para trabajar en el área internacional.

“Ahí tuve contacto con los organismos internacionales y creo que fue algo que en mi formación me ha ayudado mucho, el conocer qué son, cómo funcionan y cómo sacarle ventaja a la experiencia y capacidad analítica de los organismos internacionales, eso lo aprendí muy rápido, muy joven en el área internacional de Conacyt porque teníamos un crédito con el Banco Mundial y uno con el BID”.

Después se convirtió en mamá y se dedicó a la academia. El ITAM le dio una beca para estudiar una especialidad al tiempo que daba clases.

Más adelante, le ofrecieron trabajar en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington, con lo que cumplió un deseo, porque siempre quiso estudiar en el extranjero.

“Ya con el paso de la vida, el matrimonio y las hijas ya no se podía, y ahí se presenta esta oportunidad; esa fue una experiencia extraordinaria, porque fue trabajar en la silla de México dentro del BID”, recuerda.

A finales de 2006 tenía la oportunidad de quedarse dos años en el BID, buscó regresar a México cuando sus hijas tenían 11 y 13 años de edad.

Fue entonces cuando Agustín Carstens la invitó a la SHCP, para ser la coordinadora de asesores de la tesorera Gina Casar, a quien después sustituyó; ahí desarrolló el proyecto de modernización de la Tesorería.

“Tuve la suerte de tener el apoyo de los secretarios que fueron llegando, la verdad eso era una moneda en el aire y que así es como funciona; afortunadamente, tuve esa oportunidad y a pesar de eso fueron casi 10 años y nunca me aburrí”, afirma.

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